El Gobierno Regional de Lambayeque, en coordinación con el Ejecutivo y la empresa privada Port Nexus, lanzará oficialmente el Terminal Portuario de Eten este sábado 13 de septiembre, un proyecto que promete transformar el norte del Perú en un hub logístico estratégico. Con una inversión proyectada de US$ 1500 millones, la iniciativa se ejecutará por etapas e incluirá infraestructura para carga multipropósito, minerales y contenedores.
El terminal se desarrollará sobre 739 hectáreas, con un calado de 18 metros capaz de recibir embarcaciones de gran escala. Estará conectado a la Panamericana y a la red vial transandina, con planes de integración futura a corredores ferroviarios y al sistema de cabotaje junto a los puertos de Chancay y Callao. El objetivo central del proyecto es reducir costos logísticos, dinamizar las exportaciones y servir como escala hacia Norteamérica y Europa vía Canal de Panamá.
Las autoridades locales proyectan que el puerto generará más de 200,000 empleos directos e indirectos y beneficiará a más de 4 millones de personas en la macrorregión nororiente, que incluye Lambayeque, Cajamarca, Amazonas, San Martín y Loreto. Este corredor se integraría al Corredor Bioceánico Perú–Brasil, reforzando la conectividad y competitividad regional.
En paralelo, se planea un Parque Industrial de 3,000 hectáreas en terrenos adyacentes, cuya transferencia por parte de la SBN aún está pendiente. De concretarse, sería uno de los más grandes de Sudamérica, sumando atractivo al complejo logístico y potenciando la actividad económica regional.
El lanzamiento del Terminal de Eten coincide con la transformación de la infraestructura portuaria peruana, marcada por la construcción del megapuerto de Chancay y la modernización del Callao. Eten busca posicionarse como la alternativa del norte, con un enfoque de complementariedad y sin competir directamente con otros puertos estratégicos.
Sin embargo, especialistas advierten que existen interrogantes sobre los plazos de ejecución, la sostenibilidad ambiental y la capacidad de atraer el volumen de carga necesario para justificar la inversión. Experiencias previas con megaproyectos en el Perú invitan a analizar el entusiasmo inicial con prudencia.
Más allá de los discursos oficiales, el Terminal de Eten representa un desafío estratégico: convertir la promesa de un hub logístico internacional en un motor real de desarrollo económico para Lambayeque y la macrorregión. Presentado como “el corazón de un nuevo eje de desarrollo para el Perú y Sudamérica”, este proyecto será un termómetro del compromiso estatal y privado con la infraestructura y la competitividad del norte peruano.