Arana presentó ante el Congreso un presupuesto con enfoque en inversión social y seguridad
Durante su exposición ante el Congreso de la República, el presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, detalló los ejes centrales del Proyecto de Ley de Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2026, el cual asciende a más de S/257 mil millones.
El premier destacó que el presupuesto propuesto por el Ejecutivo responde a un enfoque descentralizado, con un fuerte énfasis en seguridad ciudadana, salud, educación, conectividad, agricultura, asistencia social y, sobre todo, en continuar las obras públicas en ejecución.
“El 2026 no será un año de promesas, sino de ejecución responsable. Invertiremos donde más se necesita, sin detener el desarrollo”, aseguró Arana desde el Pleno.
¿Cómo se distribuirá el presupuesto del 2026?
De acuerdo al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el 77 % del presupuesto 2026 está destinado a gasto en inversiones, priorizando la continuidad de proyectos públicos ya iniciados. Esto significa que la gran mayoría de los recursos no se quedarán en el papel, sino que buscarán garantizar la finalización de obras en curso, evitando paralizaciones que han afectado la eficiencia estatal en años anteriores.
Además, el 13 % se destinará a nuevas inversiones y proyectos prioritarios, principalmente en zonas con mayores brechas sociales, y el 10 % restante se enfocará en preinversión, es decir, en elaboración de expedientes técnicos y estudios para futuras obras.
Este esquema responde, según el Ejecutivo, a la necesidad de construir un país más cohesionado y con capacidad de responder a las necesidades reales de la población.
Principales sectores beneficiados
Arana enfatizó que los sectores con mayor asignación serán:
- Seguridad ciudadana y lucha contra el crimen organizado
- Salud pública, con especial atención en infraestructura hospitalaria y equipamiento
- Educación, incluyendo mantenimiento de locales escolares y formación docente
- Conectividad vial y digital a nivel nacional
- Agricultura y riego, especialmente en zonas altoandinas y rurales
- Protección y asistencia social, orientada a poblaciones vulnerables
Estas prioridades responden a los desafíos que el país enfrenta actualmente, en un contexto de inseguridad creciente, debilidad en los servicios públicos básicos y alta demanda por parte de regiones postergadas.
Más recursos para regiones y municipios
En línea con su discurso de descentralización efectiva, el premier anunció que los Gobiernos regionales recibirán S/59 164 millones, de los cuales S/14 325 millones estarán destinados exclusivamente a inversiones.
En tanto, los Gobiernos locales contarán con S/34 175 millones, y S/12 985 millones se utilizarán en proyectos de inversión pública municipal.
“Este presupuesto reconoce el rol crucial de las regiones y municipios. Los estamos empoderando para que lideren el desarrollo territorial”, afirmó Arana.
La distribución de recursos busca fortalecer la capacidad de ejecución local, uno de los principales cuellos de botella que ha enfrentado el Estado en los últimos años.
¿Se podrá ejecutar este presupuesto?
Aunque el proyecto ha sido bien recibido por algunos sectores del Congreso, expertos advierten que el reto real será garantizar la ejecución eficiente del presupuesto, especialmente a nivel subnacional, donde existen bajas tasas de avance físico-financiero y limitaciones técnicas.
Desde el Ejecutivo, sin embargo, aseguran que se han implementado mecanismos de acompañamiento, simplificación de procesos y seguimiento para asegurar que los recursos se conviertan en obras concretas y servicios efectivos.
Un presupuesto con visión geopolítica
En declaraciones anteriores, Arana había señalado que el Perú está llamado a ser un “eje geopolítico del Pacífico”, con un presupuesto alineado al crecimiento económico regional, la estabilidad fiscal y la confianza de los mercados.
Este discurso fue reforzado en su presentación ante el Congreso, donde subrayó que el diseño del presupuesto busca proyectar al país como un actor serio, confiable y capaz de liderar procesos de integración, inversión extranjera y desarrollo sostenible.
“Este presupuesto no solo responde a las urgencias internas, sino a una visión estratégica de país: fuerte, descentralizado y competitivo”, recalcó.
¿Qué sigue ahora?
El Congreso deberá debatir, modificar y finalmente aprobar —o no— el proyecto de presupuesto 2026 en las próximas semanas. Tradicionalmente, este proceso se extiende hasta fines de noviembre, aunque los consensos políticos podrían acelerar el cronograma.
Diversas bancadas han adelantado que exigirán mayor claridad sobre ejecución regional, lucha contra la corrupción y control ciudadano, antes de brindar su respaldo.