Un hecho conmovedor ocurrió recientemente cuando 25 internos del penal Lurigancho, en Lima, enviaron cartas al Papa León XIV. Las misivas fueron entregadas directamente al sumo pontífice por el reverendo padre Jorge Infanzón Olivares, capellán del centro penitenciario, durante su visita al Vaticano para recibir bendiciones.
Un programa de rehabilitación con enfoque espiritual
Los 25 reclusos, todos pertenecientes al pabellón 14 de Lurigancho, forman parte de un programa de rehabilitación de drogodependencia que funciona de manera voluntaria dentro del penal. Este programa combina atención multidisciplinaria del personal penitenciario con un fuerte acompañamiento espiritual a cargo de los sacerdotes Jorge Infanzón y Víctor García Teresa.
Además de las cartas, el padre Infanzón entregó al Papa un video con saludos de los internos, donde destacaron la importancia vital de la fe en su proceso de rehabilitación.
La fe como motor de superación personal
Los internos expresaron en sus cartas sus deseos de superación y solicitaron la intercesión del Santo Padre mediante sus oraciones. La fe en Dios, subrayaron, es un pilar fundamental que fortalece su camino hacia la reinserción social.
El reverendo padre Infanzón resaltó que la llegada del Papa León XIV ha sido una inspiración para los internos y una reafirmación del valor espiritual dentro de la rehabilitación penitenciaria.
¿Qué implica esta iniciativa para la rehabilitación?
Este acto no solo refleja un gesto de esperanza y fe de los internos, sino que también pone en evidencia la importancia de incorporar el componente espiritual en programas de rehabilitación en penales. ¿Cómo influye la espiritualidad en la recuperación de personas privadas de libertad? Según expertos en reinserción social, la dimensión espiritual puede ser un factor clave para fortalecer la resiliencia y promover cambios positivos en el comportamiento.
El impacto en el sistema penitenciario
La iniciativa en el penal Lurigancho se suma a otros esfuerzos para mejorar la calidad de vida y el proceso de rehabilitación en los centros penitenciarios del país. La combinación de apoyo psicológico, médico y espiritual se proyecta como un modelo integral que podría replicarse en otras regiones para promover una reinserción exitosa.