MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) –
Las devastadoras inundaciones provocadas por el desbordamiento del río Guadalupe han dejado ya al menos 68 muertos en el estado norteamericano de Texas, en especial en el condado de Kerr, donde ya han muerto 59 personas, entre ellas 21 niños, por el enorme torrente de agua que se ha cebado con el centro y el sur texano; la región conocida como Texas Hill Country, bajo la amenaza otra vez de inminentes lluvias torrenciales y nuevos desbordamientos.
El último balance ha sido proporcionado este domingo por el sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha, mientras que el gobernador adjunto del estado, Dan Patrick, aunque ha avisado que da casi por seguro que el número de víctimas aumentará en las próximas horas, en particular porque todavía no hay una idea clara del número de desaparecidos: cientos de turistas estaban visitando las localidades afectadas con motivo de los festejos del 4 de julio.
“Han llegado miles de personas con una tienda de campaña, una caravana o una casita alquilada a orillas del río. No sabemos quiénes son”, había explicado previamente Patrick a la cadena NBC. “Había muchos visitantes en un pueblo de 20.000 habitantes”, ha añadido antes de referirse, en términos pesimistas, a la situación de las niñas desaparecidas.
“Hay que mantener cierto equilibrio para garantizar que la gente tenga esperanza pero no podemos exagerar la situación. Llega un momento en que hay que ser lo más sincero posible. Nunca nos damos por vencidos en la búsqueda de alguien. Hemos tenido tormentas en el pasado donde la gente ha bajado 16 o 24 kilómetros río abajo, y los encuentras más tarde y han sobrevivido. Pero estas horas se están haciendo más largas, ahora mismo”, ha explicado.
Por ahora se ha concretado que, además de los 59 fallecidos en Kerr, el coordinador de gestión de emergencias de Burnet, Derek Marchio ha comunicado a CNN el fallecimiento de otras tres personas en las “importantes inundaciones” causadas por las lluvias torrenciales en este condado, donde dos personas más continúan desaparecidas.
Asimismo, al menos cuatro personas han perdido la vida por el mismo motivo en el condado de Travis, según han informado las autoridades locales este sábado por la noche, mientras que en las últimas horas han sido confirmadas también una muerte en el condado de Kendall y otra en Tom Green.
Mientras, los servicios de rescate continúan este domingo con sus trabajos para encontrar a supervivientes, incluidas más una veintena de niñas que se encontraban en un campamento cristiano en el momento de la crecida del río, conscientes de que estas cifras “cambiarán constantemente”, tal y como ha expresado el administrador de la ciudad de Kerrville, Dalton Rice, a CNN.
El jefe de Gestión de Emergencias, Nim Kidd, ha explicado que “se está buscando en todo el río, desde el punto más septentrional hasta el final del recorrido” y que estas labores cuentan con personal aéreo, embarcaciones y equipos de tierra, así como con perros de rastreo para apoyar la búsqueda. “Este proceso continuará. No nos detendremos hasta encontrar a todos los desaparecidos”, ha aseverado en declaraciones recogidas por la misma cadena.
Rice ha señalado que han “estado rescatando a cientos de personas de estos campamentos durante todo el día”, pero que –pese a los esfuerzos– al menos 27 menores continúan en paradero desconocido.
“Estamos muy centrados en la seguridad de las personas. Nuestra prioridad es la búsqueda y el rescate de cada persona involucrada, y continuaremos durante toda la noche para asegurarnos de que así sea”, ha apostillado tras notificar que ya han localizado a todos los residentes de los aproximadamente otros 18 campamentos situados en las inmediaciones del río Guadalupe, a los que se había desplazado un gran número de personas con motivo de la celebración del 4 de julio.
Las lluvias no van a cesar. La última evaluación publicada esta mañana por el servicio meteorológico del estado (NWS) avisa de precipitaciones intensas, desde localizadas hasta dispersas, con posibilidad de inundaciones repentinas localizadas durante las próximas horas, desde el centro-oeste hasta el centro de Texas.
La alerta de inundaciones se ha extendido hasta las 19.00 de este domingo y es posible que se produzcan precipitaciones adicionales de entre 5 y 10 cm, con focos aislados de 25 cm en determinadas zonas, ha avisado el NWS en su cuenta de la red social X.
TRUMP, PLENAMENTE COMPROMETIDO
Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos, Kristi Noem, ha reiterado el compromiso del presidente Donald Trump para “desplegar todos los recursos federales (necesarios) para unificar a las familias, rescatar a los desaparecidos y devolver rápidamente a los seres queridos recuperados”.
“El DHS sigue plenamente comprometido y yo estoy en contacto constante con el presidente, trabajando las 24 horas y proporcionándole actualizaciones en tiempo real”, ha insistido Noem este sábado en una comparecencia retransmitida desde Kerr en la que ha acompañado al gobernador del estado, Greg Abbott.
Las autoridades de Texas han convocado una conferencia de prensa para este sábado a las 18.00 horas (hora local) en la que prevén ofrecer las últimas actualizaciones sobre el incidente y el estado de las labores de búsqueda y rescate.
Hasta nueva orden, prevalece la última alerta emitida por el servicio meteorológico del estado, que ha avisado en las últimas horas de amenazas de inundaciones en casi una decena de poblaciones y recomendado a más de 100.000 residentes que se desplacen a lugares elevados. Al menos 850 personas han tenido que ser evacuadas, ocho de ellas heridas.
“Ha caído más de 30 cm de lluvia durante la noche. Los arroyos han crecido rápidamente y las aguas están comenzando a descender río abajo en los condados de Burnet, Williamson y el noroeste de Travis. Se están realizando numerosos rescates acuáticos. Busque terreno más alto de inmediato si se encuentra cerca de un posible desbordamiento”, ha recomendado el servicio en su cuenta de la red X.
Dadas las circunstancias, la oficina del sheriff del condado de Kerr ha instado a la población local a evitar la circulación en la zona oeste del condado “a menos que vivan en el área o no puedan retrasar su viaje”.