Un nuevo punto de quiebre sacude al mercado energético. En la madrugada del viernes 13 de junio, Israel lanzó un ataque aéreo contra instalaciones nucleares en Irán. La represalia iraní no tardó, y el conflicto continuó durante el fin de semana, con víctimas en ambos lados, incluyendo figuras clave de la jerarquía militar iraní. El impacto en los mercados fue inmediato: el Brent se disparó un 13% intradía, cerrando en USD 75,40, su mayor salto en cinco años. El WTI también trepó hasta los USD 74, borrando sus pérdidas acumuladas del año.
Aunque hoy la presión parece haberse moderado, los analistas advierten que podría tratarse apenas de una pausa técnica.
Análisis técnico: ¿rumbo a los USD 96?
El Brent superó la resistencia clave de USD 74 y abrió la semana en alza, alcanzando los USD 78,46. Técnicamente, se habilita el camino hacia el nivel psicológico de USD 80. El RSI diario, que comenzó la semana en 75,33%, sugiere condiciones de sobrecompra, aunque coherentes con el riesgo geopolítico.
En velas semanales, el petróleo rompió una consolidación bajista que persistía desde marzo. Si logra cerrar por encima de la resistencia de USD 82,60, podría confirmarse un giro de tendencia. El cruce de medias móviles (la de 50 periodos por encima de la de 100) refuerza esta visión alcista. Un eventual cruce sobre la de 200 permitiría proyectar una escalada hasta los USD 96, siempre que se superen las resistencias intermedias.
En la sesión asiática de hoy, sin embargo, el petróleo mostró signos de agotamiento. Una vela roja a la apertura, incapaz de superar los máximos del viernes, redujo el RSI horario a 56%. Desde inicios de mayo, el crudo ha subido un 25%.
El factor Hormuz
La razón de fondo es estratégica: el temor al cierre del estrecho de Hormuz, paso clave por donde transita cerca del 20% del petróleo mundial. Cualquier interrupción en esa vía implicaría un salto logístico y riesgo de desabastecimiento a corto plazo.
JP Morgan estima que una clausura total —hoy con una probabilidad del 7%— podría llevar los precios hasta los USD 130 por barril. Incluso una escalada parcial basta para mantener una prima de riesgo elevada.
La tensión llega justo cuando OPEP+ empezaba a relajar sus recortes de producción. La volatilidad actual podría forzar una reunión de emergencia si el conflicto se agudiza.
Energía e inflación, de nuevo en escena
El aumento del crudo no solo refleja un temor a la escasez física, sino también una reevaluación de los llamados tail risks geopolíticos. El conflicto agrega una prima estructural que podría permanecer semanas o meses.
Las acciones de petroleras reflejan este nuevo entorno. ExxonMobil y Chevron subieron, mientras que firmas más expuestas a la región, como BP y TotalEnergies, mostraron más volatilidad. Navieras de crudo como Frontline o Euronav podrían beneficiarse de rutas más largas y lucrativas.
Pero el alza también complica a los bancos centrales: los precios altos de la energía podrían frenar los recortes de tasas esperados por la Reserva Federal y el BCE, alimentando una nueva ola inflacionaria.
Importadores netos como India, Japón o gran parte de Europa podrían ver deteriorados sus balances comerciales y debilitadas sus monedas. En cambio, exportadores como Arabia Saudita, Rusia o incluso Venezuela podrían reforzar su posición fiscal y política.
Repercusiones globales
El choque entre Israel e Irán marca un nuevo capítulo para el mercado petrolero. Su evolución será determinante para los flujos de capital, las materias primas y la política monetaria global en la segunda mitad del año.
Técnicamente, el nivel de USD 96 por barril es alcanzable si la crisis se prolonga. Fundamentalmente, podría forzar una reconfiguración entre productores y organismos multilaterales.
Todo depende de dos factores: la respuesta iraní y el rol que asuma Estados Unidos. Washington ha condenado el ataque, pero aún no interviene directamente. Si lo hace, el impacto económico y geopolítico sería mayúsculo.
La ofensiva israelí también ha congelado los tímidos intentos de retomar el acuerdo nuclear de 2015 entre Teherán y Washington. Irán ya anunció represalias “contundentes”, aumentando aún más la incertidumbre.
En este clima, los inversionistas migraron hacia activos refugio. El oro subió más de 2% en la sesión y el dólar recuperó terreno frente a monedas emergentes. La tensión sigue al alza. El petróleo, también.
Dirk Friczewsky, ActivTrades.
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