El presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, afronta una crisis política luego de que el Congreso presentara cuatro mociones de censura en su contra. Las acciones legislativas responden a sus declaraciones del 30 de abril, en las que negó el secuestro de trece trabajadores mineros en Pataz (La Libertad), quienes días después fueron hallados sin vida y con signos de violencia.
La primera moción fue presentada el 4 de mayo y rápidamente se sumaron otras tres, impulsadas por diversas bancadas. Aunque grupos como Fuerza Popular, Perú Libre, Somos Perú y Alianza para el Progreso aún no han definido una postura oficial, sus voceros no descartan respaldar las iniciativas si se alcanza un consenso parlamentario.
Los cuestionamientos hacia Adrianzén incluyen su actuación frente a la tragedia en Pataz, así como su respaldo al exministro del Interior, Juan José Santiváñez. También se le responsabiliza por la respuesta tardía ante el derrame de petróleo en Ventanilla, el caso de intoxicación de escolares en el programa Waki Mikuna, y la falta de pronunciamiento sobre el uso indebido de datos por parte del Mininter.
Pese a las mociones, el Ejecutivo mantiene su respaldo al premier. La presidenta Dina Boluarte defendió su gestión y calificó como inoportuna la intención de censurarlo. No obstante, con varias mociones ya admitidas a trámite, el Congreso podría definir en los próximos días si alcanza los 66 votos necesarios para su destitución.