El Programa Agua de Emergencia, lanzado por el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, en colaboración con Sedapal, Fundación Lima y el sector privado, busca mitigar la escasez de agua potable que afecta a miles de familias en las zonas altas de Jicamarca. Esta iniciativa proporcionará acceso inmediato al agua a las comunidades más necesitadas, mejorando la calidad de vida de los vecinos afectados por este problema que impacta a más de 1.3 millones de personas en Lima, particularmente en áreas altas y asentamientos informales.
El alcalde López Aliaga expresó su satisfacción por el avance del proyecto, destacando que estos son los eventos que más le motivan, ya que marcan la diferencia en la vida de las personas que, durante años, han sufrido la escasez de agua. Según el burgomaestre, las soluciones implementadas no solo buscan resolver la crisis actual, sino establecer un sistema sostenible de distribución para garantizar el acceso continuo al agua potable.
Una de las principales acciones del programa incluye la instalación de 100 pilones o fuentes de agua, junto con un sistema de tuberías de impulsión que permitirá transportar el recurso hasta las zonas más altas de San Juan de Lurigancho y Jicamarca. Este sistema eficiente y controlado asegurará que el agua llegue a los hogares de manera constante, evitando que los vecinos dependan de los costosos camiones cisterna.
Con el programa, la Municipalidad de Lima y sus aliados esperan transformar la situación de muchas familias que han tenido que pagar precios elevados por el agua. La iniciativa no solo tiene un impacto directo en la calidad de vida de los residentes, sino que también contribuye a reducir las desigualdades en el acceso a servicios básicos en la capital.