El Gobierno peruano, liderado por Dina Boluarte, otorgó un salvoconducto a la ex primera dama Nadine Heredia y a su hijo menor, permitiéndoles viajar a Brasil. Esta medida se tomó luego de que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aprobara la solicitud de asilo diplomático presentada por Heredia, quien fue condenada en Perú a 15 años de prisión por lavado de activos.
La Cancillería peruana confirmó que la Embajada de Brasil en Lima comunicó oficialmente la decisión de conceder el asilo, en cumplimiento de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954. Dicha norma establece que, una vez aceptado el asilo, el país donde se encuentra el solicitante debe otorgar las garantías necesarias para su salida segura, incluyendo un salvoconducto.
Nadine Heredia se presentó en la sede diplomática brasileña, ubicada en el distrito limeño de Miraflores, la mañana del lunes 15 de abril. Según el diario Folha de Sao Paulo, fue su esposo, el expresidente Ollanta Humala, también condenado por lavado de activos, quien la convenció de pedir el asilo, recordándole que en prisión no tendría posibilidad de recibir tratamiento médico en el extranjero.
Este caso ha generado reacciones divididas en la opinión pública y en el ámbito político, pues algunos consideran que se trata de una maniobra para evadir la justicia, mientras que otros señalan que es un derecho amparado por tratados internacionales. Lo cierto es que, con la salida de Heredia y su hijo rumbo a Brasil, se abre un nuevo capítulo en uno de los casos más mediáticos de la política peruana reciente.