De Luigino Pilotto

A continuación publicamos la carta enviada a nuestra redacción.

por Edgar Mandujano

Señor

Enrique Chávez

Director Periodístico

Revista llustración Peruana Caretas

Av. Guardia Civil 1321, Oficina 1802, Surquillo, Lima – Perú

De mi consideración:

Por la presente, me dirijo a usted, a fin de solicitar la rectificación de lo señalado en vuestra edición del Revista llustración Peruana Caretas, de fecha jueves, 13 de marzo de 2025, en el mismo que se realizan una serie de aseveraciones que no han sido comprobadas ni mucho menos, confrontadas, como ordena la ética dentro de un proceso de periodismo serio.

En vuestra publicación, realizan conclusiones no probadas, así como una serie de conjeturas, bajo un tipo de redacción que permite realizar especulaciones hacia un sentido específico, las mismas que pasaré a señalar a continuación:

1. En la sección Mar de Fondo de vuestra publicación, hacen referencia a una supuesta vinculación de mi persona con el Sr. Otárola. Como ya lo mencioné previamente a otro medio de comunicación, nada más alejado de la realidad. Yo conozco al Señor Otárola, tal como lo conocen muchas personas. No tengo ninguna relación, amical ni profesional con él, por lo que decir que yo soy allegado a dicha persona es una aseveración totalmente FALSA, no corroborada ni comprobada de manera previa a la emisión de vuestra publicación.

    El hecho que yo haya sido nombrado Viceministro en el Sector Justicia, en la época en que el Sr. Otárola era Presidente del Consejo de Ministros, no me convierte en una persona vinculada al mismo. Eso haría de todos los funcionarios de todos los sectores, que hayan ocupado un cargo de confianza en su Entidad, sean personas vinculadas al mencionado ex Presidente Consejo de Ministros.

    En dicha publicación dan a entender, de manera tendenciosa, que yo habría participado en la redacción del informe sobre la Declaración Jurada de Bienes y Rentas, presentada por la Señora Presidenta de la República, favoreciendo, en una aparente acción de encubrimiento, un incremento patrimonial supuestamente no sustentado de la Señora Presidenta. Esto no es real ni tampoco puede ser corroborado, pues dicha documentación JAMÁS fue puesta en mi conocimiento, nunca entró a mi despacho ni siquiera para conocimiento.

    Al igual que en el caso del Diario La República, resulta evidente la contradicción de vuestra aseveración. Vincularme con el Sr. Otárola, quien, de acuerdo con la propia prensa nacional, a la fecha, no sería cercano a la Señora Presidenta, por lo que cabe preguntarse ¿Cómo una persona vinculada al Sr. Otárola, puede entrar a la Contraloría para hacer actos que favorezcan a la Señora presidenta, si entre ambas personas habría un aparente conflicto? No se puede estar con el Señor Otárola y a la vez con la Señora Presidenta al mismo momento contradicción que es evidente del texto propio de vuestra publicación

    2. Por otro lado, se menciona en vuestro artículo, materia de la presente comunicación, que yo participé en el nombramiento de la Sra. Vanessa Walde Ortega, en el cargo de Subgerente de Fiscalización de la Contraloría General de la República -CGR.

    Debo señalar de manera categórica que, antes de su ingreso a la CGR, yo no conocía a la mencionada Señora ni mucho menos, como resulta obvio, NO fue propuesta por mi persona. No se puede proponer a alguien que no se conoce. A la mencionada Servidora, la conocí en una reunión que yo dispuse que Se realizara en lo que era mi Despacho, después de SU designación, justamente para conocerla.

    Cabe tener presente que, de acuerdo con el literal h) del artículo 7° del Reglamento de Organización y Funciones de la CGR’, la potestad de otorgar confianza a un tercero o a un funcionario o servidor, es exclusiva y excluyente del Señor Contralor de la República, no de un Vicecontralor.

    Finalmente, de ser cierto que lo que buscan ustedes dar a entender en su artículo, que fuimos “expectorados” luego de ser publicado el informe, resulta extraño que aún siga en la Contraloría quien, de acuerdo a lo que entendí de las noticias emitidas, si hizo y firmó dicho informe, vale decir, la mencionada Dra. Walde.

    3. Finalmente, en cuanto al tema de la presentación de mi renuncia, debo manifestar que estuvo vinculada a temas personales y profesionales que, en dicho momento, consideré que no podían continuar aceptándose, los mismos que son de conocimiento del Señor Contralor. Dicha renuncia no estuvo vinculada a una supuesta relación con determinadas personas, las cuales, como se desprende de esta comunicación, nunca existieron, ni tampoco a la veracidad ○ no de un informe del cual jamás tuve conocimiento y que considero que se debería investigar quienes dieron su anuencia para su emisión y posterior publicación.

    El Código de Ética del Colegio de Periodistas del Perú señala que las publicaciones deben ser veraces, deben ser verificadas, respetar el honor y la buena reputación de las personas, así como los derechos humanos que todos tenemos. Ustedes ni se han comunicado conmigo de manera previa a la publicación de esa columna ni creo que hayan hecho una verdadera labor de investigación, solicitando a la Contraloría, vía transparencia y acceso a la información pública, cual ha sido el camino que siguió el referido documento, debiendo acompañar para ello, la ruta que ha seguido dicho expediente, de acuerdo con el sistema digital de seguimiento de la entidad (SIGA).

    Dentro de ese marco, en uso de las facultades que me otorga el inciso 1 del artículo 14° de la Convención Americana de Derechos Humanos, norma de aplicación interna en nuestro país, al haber sido ratificada por el Decreto Ley No 22231, en concordancia con

    lo dispuesto por el inciso 7 del artículo 2° de nuestra Constitución Política y el artículo 2° de la Ley No 26775, modificada por la Ley No 26847, solicito la rectificación de lo publicado por vuestro medio, al no ser exactas vuestras publicaciones, de acuerdo con el detalle que he expuesto dentro del texto de la presente comunicación.

    Esto no hace más que reafirma que estamos viviendo una época donde la información es manejada por ciertos sectores, de manera inadecuada, mezclando temas ciertos como en mi caso, el hecho de haber sido Viceministro, con otros que se desprenden de una imaginación muy audaz, haciendo con esto que recuerde periodos históricos como el que se vivió en Estados Unidos, en febrero de 1950, cuando Joseph McCarthy, senador por Wisconsin, denunciaba la existencia de una conspiración comunista en dicho país.

    Espero que no nos encontremos ante supuestos tan extremos como el indicado, por lo que solicito se sirvan realizar la rectificación correspondiente de acuerdo con lo establecido por el marco normativo vigente y proceder a la publicación de esta comunicación, por ser un derecho que me asiste. De persistir con la emisión de noticias falsas, deberé verme obligado a hacer valer los referidos derechos en las instancias pertinentes, dado que se vulnera mi honorabilidad, la verdad, mi trayectoria limpia y sin observación alguna en el Sector Público, por cerca de 30 años, generando, además daños a mi persona, tanto directos como indirectos.

    Sin otro en particular,

    Luigino Pilotto Carreño

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