Un grande en el zoológico, por Luis Lama

Moico Yaker (Lima, 1949) es uno de nuestros artistas más destacados. Un gran pintor, que desde su regreso al Perú en los años 80 ha sido un protagonista de nuestra escena cultural. Expone “Conversaciones en el zoológico” en el nuevo, dinámico, MAC, antigua sede del zoológico limeño. Es un artista de repercusiones internacionales que ha decidido vivir aquí y ahora. A pesar de… Expone en el revitalizado MAC, histórica sede de un zoológico.

por Luis Lama

Escribe: Luis E. Lama

–Cuentas con una sólida formación internacional en Jerusalén, Londres, París… ¿qué te motivó a regresar a Lima?

Lo más importante de mi estadía en Jerusalén, fue haber sido alumno de Octavio Paz en 1972. Londres y París duraron siete años de aprendizaje y observación profunda, de visitas interminables a museos y exhibiciones, de críticas muy agudas. Nunca pensé que regresaría al Perú, sin embargo, vine de visita y decidí acompañar a mi padre en sus últimos años de vida. Fue la mejor decisión que tomé en esa época.

 –Recuerdo tus primeras obras en el Perú en los años 80. Traías una ruptura deslumbrante en obras como el niño que orina. Una especie del “Manneken Pis” belga tratado a la peruana…

Mi primer impulso para representar mi arraigo a esta tierra, fue la marcada curva áurea que deja la imagen del “Meón”. Esta idea se repitió varias veces y me sirvió como metáfora en varias obras como las imágenes de un presidente, hasta la obra que mostré en una exposición que organizaste en Casa de América en Madrid, que llamé “Isla”: 36 personajes en la parte inferior de un lienzo de seis metros, defendiendo su territorio y marcándolo como suelen hacerlo los animales, con pis. En el pensamiento cabalístico, que en muchos casos me ha servido de apoyo, se dice que 36 hombres justos sostienen el mundo.

–Siempre he apreciado tu integridad artística en cada exposición. Ocurre que tu formación en Literatura, Filosofía e Historia tiene una marcada influencia en tu pintura, siempre compleja y narrativa…

Desde la secundaria en Arequipa, fui un acérrimo lector de los escritores del “Boom”. En cambio, mi interés por la Filosofía se concreta en París, gracias a las conferencias libres que Michel Foucault daba en el College de France. La Nouvelle Philosophie estaba en esa época a flor de piel en Beaux Arts, y mi interés por Fluxus me indujo a profundizar mis lecturas.

En mi pintura he intentado utilizar ciertos aspectos de la literatura de Vargas Llosa, Cortázar y Borges, al contar varias historias paralelas en el mismo espacio sirviéndome de imágenes en los forros de sillones, de cuadros en las paredes, en las alfombras, que los protagonistas pisan, etc. De esta manera trato de encontrar extensiones que amplíen el contenido de mi narrativa.

Obras ovaladas en óleo sobre pan de oro.

–En tu pintura no has evadido el contenido ideológico ya sea para revisar el pasado, como la guerra con Chile, o cuestionar el presente con esos cuadros que hacían referencia, por ejemplo, a Alan García…

Vivimos en tiempos impredecibles, que yo comparo con la bíblica Torre de Babel, donde la confusión de las lenguas y el afán de llegar más alto han convertido a la humanidad en una extensión de las máquinas y no a la inversa.

Mi propósito en esta última obra es la simplicidad del “juego”, la protección del “niño”, que todavía existe en mí a través de mi actividad como artista. No prometo, sin embargo, que no volveré a verme cara a cara con Gil de Castro, o con Mario Urteaga, quien sabe si Rembrandt o David Hockney me visitarán nuevamente en la claridad de mis sueños.

–Creo que tus notables trabajos sobre planchas de bronce no tuvieron la debida acogida. Tienes piezas como la torre de Tatlin que considero de extrema importancia para comprender mejor tu obra y su relación con la historia…

Mi trabajo en metales se desprende de los exvotos o ‘milagros’ que solemos encontrar en algunas imágenes de culto. Aprendí la técnica del repujado en plata, pero encontré una limitación en el reducido tamaño de las planchas de plata, por lo que recurrí al “Aluzinc” que me permitió crecer en los formatos. Como consecuencia resultó la exhibición “Intaglio” en la Sala Miró Quesada. Pero no me fue suficiente y me dediqué al bronce y al cobre, que me ofrecian mayor riqueza de expresión.

Ave en pintura sobre pan de plata.

Esa torre de Tatlin de la que hablas y que nunca se llegó a construir fue mi comentario al fracaso y, a la vez, el aniversario de la experiencia comunista, más de 100 años atrás.

–Luego de esa muestra prácticamente no has tenido actividad pública en Lima… ¿qué ha motivado este largo silencio?

Después de Palimpsesto, me dediqué a trabajar en un solo cuadro compuesto por 10 paneles que conforman un repaso de mi obra, desde el primer “Meón”, analizando asociaciones anteriores y generando nuevas; esa obra compuesta y recompuesta me tomó integramente la atención, ya que me ofrecia la oportunidad de variar la ubicación de cada panel y así darle distintos sentidos a la narrativa, en una especie de rompecabezas de una ‘autobiografia’ de mi obra desde sus inicios.

Luego llega la pandemia, el encierro, el miedo y la desconfianza, y sobre todo la desaparición de la gente, de los amigos, de la vida social…

–El título de tu muestra actual “Conversaciones en el zoológico” luce una cita literaria…

Durante la pandemia la desaparición de la especie humana de las calles permitió la libertad que sintieron muchos animales para salir con confianza, a diferencia de nosotros que permanecimos encerrados.

Yo decidí abrirles las puertas de mi taller, dejar que sean los protagonistas de mis cuentos, que conversen entre ellos, que se reúnan al margen de sus diferencias y consigan envolverse en tertulias, seres sin nombres, tan solo sus formas implican su naturaleza y su carácter. Encontré a través de estas conversaciones que la referencia a la “otredad” se ponía en manifiesto y que a pesar de su total diversidad, conseguían sostener asociaciones y una vida en conjunto. Sería una situación utópica si la considerásemos como opción entre humanos.

–Finalmente el mercado… uno de los lemas de hoy es que “el artista es el principal coleccionista de su obra” ¿Avizoras una solución?

Pienso que los artistas son los héroes contemporáneos, resistentes a las carencias, resistentes a la falta de interés del Estado y sus iniquidades, fieles a la urgencia que es el origen del impulso creativo.

No avizoro un cambio a corto plazo, el coleccionismo es más insípido que nunca, y las instituciones gubernamentales son más indiferentes y erradas que nunca. El concepto de “cultura” no es comprendido ni desarrollado como uno esperaría en un país como el nuestro, tan rico y pleno de historia.

Yaker parte del pasado para replantearlo de manera contemporánea. Aquí el misticismo de Hilma af Klint es traído con una nueva mirada al siglo XXI.

RECOMENDAMOS

1. Casa Fugaz. Constitución 250, Callao. Lúcida Cristalia. Individual de Eleonora Patiño pionera del arte erótico en el Perú en los años 60. Su obra hoy luce más subversiva en medio de nuestro asfixiante conservadurismo.

2.- ICPNA MIRAFLORES. Av. Angamos Oeste 120. Antológica de Claudia Coca. En la Sala Shinki una muestra indispensable de Alejandro Jaime.

3.- Espacio Encuentro. Cajamarca 106 Barranco. “Ilaciones Corpóreas”. Muestra del colectivo feminista “Exceptuando la regla”. Curaduría Denise Jiras.

4.- Casa Bulbo. Bolognesi 660 Barranco. “Yo soy entonces toda la arena”. Bipersonal de Luciana Espinar y Verónica Penagos.

5. MAC. Museo de Arte Contemporáneo. Av. Grau 1511, Barranco. Dos extraordinarias individuales. “Conversaciones en el zoológico” de Moico Yaker y “Espejos de una humanidad perdida” de Rafael Pascuale.

6.- Ginsberg + Tzu. Av. Santa Cruz 1068 Miraflores. “El vuelo del Fénix”. Individual Marialejandra Lozano.

7. Galeria Livia Benavides: ARCO 2025. Madrid. Chonon Bensho y Brus Rubio en sección “Wametisé: ideas para un amazofuturismo”. Sandra Gamarra, Ximena Garrido-Lecca, Fernando Bryce, José Vera Matos, Rita Ponce de León y otros en sección “Perfiles | Arte Latinoamericano”.

8.- Galería Crisis: ARCO 2025. Madrid. Nereyda López en “Wametisé: ideas para un amazofuturismo” (curada por María Wills y Denilson Baniwa). Rember Yahuarcani en “Perfiles | Arte Latinoamericano”.

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