Este martes 18 de marzo fueron enterrados en la ciudad de Jaén, los restos mortales del empresario Alberto “Choclo” Goycochea Alcántara, asesinado por sicarios el viernes pasado en el distrito de San Martín de Porres. Según su familia, este trágico suceso podría haberse evitado, ya que Goicochea había denunciado amenazas de extorsión y solicitado protección policial sin recibir respuesta.
El ataque fue grabado por cámaras de seguridad. Goicochea, quien había salido de su cochera, decidió regresar a su casa por un momento. En ese instante, dos hombres en motocicleta lo emboscaron. Uno de ellos simuló problemas mecánicos, mientras su cómplice lo esperaba. Cuando Goicochea intentó refugiarse, el agresor lo persiguió, disparándole seis veces en la cabeza y el pecho antes de entrar a su hogar para rematarlo.
Este asesinato ocurrió en la calle Las Guabas y deja en la orfandad a tres hijos menores. La familia de la víctima sostiene que Alberto había vivido con miedo, notando su nerviosismo ante las amenazas recibidas. Su hermano, Mario Goicochea, confirmó que habían alertado a la Policía sobre la situación, pero no se tomaron medidas adecuadas para garantizar su seguridad.
La comunidad exige justicia y la captura de los responsables, cuyas imágenes ya están en manos del Departamento de Investigación Criminal (Depincri). Este crimen no solo resalta la inseguridad que enfrentan muchos empresarios, sino que también plantea interrogantes sobre la efectividad de las medidas de protección para aquellos que denuncian amenazas.