En el panorama artístico peruano, un joven de 32 años viene abriéndose un lugar en base a su talento, estudios y a su innovadora visión artística, crítica de la historia del arte y de la historia misma. Su original propuesta consiste en utilizar la historia como pretexto estético, para generar una visión crítica de nuestra realidad. Para ello, basta apreciar los elementos presentes en cada uno de sus cuadros, y cómo están ubicados en el lienzo. Encontramos objetos contemporáneos, precolombinos, y fotos antiguas o réplicas de grandes obras de arte, en una especie de “cuadro de cuadro”. Por otro lado, el nivel de detalle de pequeños objetos en su obra se remonta a pintores clásicos del siglo XIX.
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