“Cualquier cosa que hago es noticia”, escribió Marina Gold en una historia de Instagram. En esta, se mostraba que al introducir su nombre en la sección de noticias de Google saltaban titulares variopintos. Algunos recordando su trabajo en el cine para adultos, otros buscando el doble sentido con el afán de alborotar los ánimos de los internautas más lascivos e incluso unos cuantos que hacían eco de opiniones que pasarían desapercibidas si se tratase de otra persona. Aunque esta es una descripción suficiente para explicar su grado de influencia en las redes, hay dos condimentos adicionales que hacen esta dinámica más interesante: el conservadurismo de nuestro país y el morbo.
Suscríbase al contenido
Esto es material premium. Suscríbete para leer el artículo completo.