En el distrito de Marías, en la provincia de Dos de Mayo (Huánuco), cerca de 500 agricultores de los poblados de Chipaquillo y el Valle Derrepente han dejado el cultivo ilegal de coca para dedicarse a la producción de cafés especiales. Aunque esta transición ha mejorado sus ingresos y calidad de vida, advierten que la falta de asistencia técnica especializada limita su crecimiento, según señala Vidal Adrián Facundo, consejero provincial.
Un cambio que impulsa la economía local
El paso de la coca al café ha generado un impacto positivo en la economía de la zona. De acuerdo al consejero provincial , los ingresos de las familias han aumentado entre un 30% y 50% gracias a esta nueva actividad. “Anteriormente se dedicaban a la coca y pasaban momentos difíciles. Ahora han mejorado su calidad de vida y el trabajo en sus fincas”, explicó.
El café producido en Marías ha alcanzado reconocimiento en ferias nacionales, incluyendo la Feria de Cafés Especiales, y ha logrado precios de hasta 50 soles por kilogramo debido a su calidad y aroma. Sin embargo, los productores aún enfrentan desafíos para consolidar su negocio.

Obstáculos en infraestructura y asistencia técnica
Uno de los principales problemas que afectan a los caficultores es la falta de vías de acceso para transportar su producción. “Hemos tenido huaycos a fin de año y, a pesar de haber solicitado apoyo, el Gobierno Regional no está enviando la maquinaria donde realmente se necesita”, advirtió Facundo.
Otro obstáculo es la escasa asistencia técnica brindada por el Estado. “El proyecto café del Gobierno Regional no está dando resultados. Los técnicos contratados tienen menos conocimiento que los propios productores”, afirmó. Esto ha generado descontento en la comunidad, ya que sin asesoría especializada, la rentabilidad y calidad de la producción pueden verse afectadas.
Intermediarios y la lucha por precios justos
A pesar del esfuerzo de los caficultores por mejorar su producto, los intermediarios siguen dominando el mercado y llevándose la mayor parte de las ganancias. “Los intermediarios son quienes realmente se benefician, ganan más que el productor”, advirtió Facundo, resaltando la necesidad de establecer canales de comercialización más justos.
A pesar de estos desafíos, los productores de Marías continúan apostando por el café como una alternativa sostenible y rentable. Sin embargo, su crecimiento y consolidación dependen del apoyo estatal en infraestructura, asistencia técnica y acceso a mercados directos que permitan mejorar su competitividad.