La localidad de San Marcelo, en la provincia de Nasca, ha sido gravemente afectada por el desborde del río Tierras Blancas, que se activó tras intensas lluvias después de 30 años de inactividad. Este fenómeno natural ha causado serias pérdidas en la agricultura y la crianza de aves, dejando a numerosas familias sin hogar.
Según las primeras evaluaciones, 27 familias han sido damnificadas, y otras áreas cercanas también reportan daños considerables. La inundación obligó a muchas personas a evacuar sus viviendas hacia zonas más altas.
Uno de los mayores perjuicios se ha dado en los acueductos de Cantagallo, un importante sitio arqueológico, que quedó cubierto de barro. Las autoridades locales apuntan a la insuficiencia de las obras de contención previas, que no lograron prevenir este desastre.
La situación es crítica, y se requiere atención urgente por parte del Estado para asistir a los afectados y restaurar las zonas afectadas, especialmente los sitios históricos.