La madrugada del lunes marcó el inicio de un día caótico y memorable para IShowSpeed, el streamer que genera tanto fervor como alboroto en cada lugar que visita. Su llegada a Lima pretendía ser discreta, pero su fama lo precedió. Apenas aterrizó, un grupo de seguidores lo abordó de manera intempestiva, algunos con muestras de admiración y otros con actitudes más hostiles. Su equipo de seguridad intentó mantenerlo protegido, pero se enfrentaron a algunos fans descontrolados que se mostraron desafiantes y altaneros, ignorando las recomendaciones del personal.
Alcalde temporal
El streamer pasó la mañana recorriendo varios puntos de Lima. Cerca de una estación del tren y más tarde en el centro histórico, fue rodeado por un creciente grupo que no solo buscaban un saludo, sino que competían por su atención de formas que rayaron en lo absurdo. Algunos le ladraban (un signo distintivo de Speed) esperando una respuesta, mientras otros, con inglés rudimentario, intentaban expresarle admiración de forma algo agresiva. Sin embargo, no faltaron quienes cruzaron la línea con insultos racistas en inglés y español. Estar en un país donde la mayoría de la población es de tez oscura no lo salvó de esto.
Ya en el centro de Lima, Speed comenzó una enérgica interacción con la ciudad. Paseó en un carruaje por las calles del centro histórico. La multitud que lo siguió empezó a gritar “Fuera Dina” cuando el streamer paseó frente al Palacio de Gobierno.
Una vez acabado el recorrido, llegó al Palacio Municipal, donde fue recibido por el alcalde Rafael López Aliaga con una ceremonia simbólica que incluyó su nombramiento como embajador turístico y “alcalde por dos horas”. Allí recibió una torta decorada con su rostro y el de Cristiano Ronaldo, en un gesto que lo hizo sonreír momentáneamente. Este nombramiento improvisado fue suficiente para que, tan solo minutos después, usuarios lo agregaran al anexo de alcaldes de Lima de Wikipedia, donde apareció al final de la lista, especificando su estadía de 1 hora en el sillón municipal. La payasada fue corregida tiempo después. Aprovechó su breve tiempo como autoridad para dar un balconazo improvisado y hacer un backflip para los presentes.
Sin embargo, Speed también mostró signos de incomodidad. “Stop that shit”, exclamó en varias ocasiones cuando el tumulto lo sofocaba, pidiendo a la gente que se alejara mientras trataba de recuperar el control de la situación.
De visita en el Teatro Municipal, fue sorprendido por un grupo de danzantes de tijeras que ejecutaron un número especialmente preparado para él. Fascinado, intentó replicar los movimientos y se mostró curioso por el uso de las tijeras. Fue ahí que se animó a imitar algunos pasos y acrobacias, guiado siempre por uno de los danzantes. También aprovechó para tocar el arpa. Antes de salir del establecimiento, mientras más seguidores se agolpaban, Speed recibió choclo con queso y tamal, cortesía de unas mujeres dentro del teatro que quisieron compartir con él los sabores locales.
Euforia y descontrol
No todo fue armonía. En un momento, los fanáticos saltaron sobre la van que había rentado y golpearon sus ventanas. “Rápido, carajo”, le pidió al chofer con un español masticado, mientras intentaba salir del lugar. Entre tantos roces con las personas, se pudo apreciar en la transmisión que una mujer le quitó una de sus pulseras.
A pesar de los intentos por escapar, la multitud lo siguió en motos y bicicletas. De hecho, un padre y su hijo burlaron el tránsito repetidas veces para acercarse temerariamente al streamer, quien les advirtió con firmeza: “Keep the eyes on the road, you have to drive safe” (Mantén los ojos en el camino. Tienes que manejar seguro).
Speed tuvo tiempo para probar la gastronomía peruana, incluyendo platillos como suri, cuy, pachamanca, ceviche y polladas. Pero en medio de esa degustación de platos, fue sorprendido por un grupo de hombres con vestimenta tradicional andina que lo invitaron a participar en una breve ceremonia simbólica inspirada en el Inti Raymi. Durante el ritual, le ofrecieron hojas de coca, mostraron un cuy vivo y distintivos andinos que recibió con curiosidad y entusiasmo. Aunque inicialmente disfrutó la experiencia, más adelante confesó que la coca y el picante del ceviche le habían causado molestias.
Más adelante, visiblemente afectado, comentó que el intenso caos había arruinado parte de sus planes originales, llevándolo a refugiarse en una oficina de la municipalidad.
“Perú es la clave”
A lo largo del día, rompió récords en su stream, logrando 280 mil nuevos suscriptores, el mejor registro en Sudamérica y el segundo en toda su carrera. A pesar del estrés y los contratiempos, agradeció a todos por hacerlo posible. “Perú es la clave”, dijo con mucho entusiasmo.
Desde el balcón del Teatro Municipal, vio cómo todo el Jirón Ica estaba abarrotado de personas que coreaban su nombre al ritmo de bombos y tarolas. Continuando con los actos racistas, le arrojaron un mono de peluche. Iba a ser difícil salir, pero con ayuda de su seguridad y el personal de serenazgo, pudo dirigirse al siguiente destino: Gamarra.
Nuevamente, durante el trayecto se enfrentaría a más fans temerarios e impredecibles. Prueba de esto es que le tiraron una camiseta de España con el número uno, lo cual le molestó por la violencia con la que se la arrojaron. Incluso algunos de los efectivos motorizados del Serenazgo, que tenían la tarea de escoltarlo, dejaron de lado su trabajo y saludaron al influencer a gritos.
Ya en Gamarra, su penúltima parada, continuó degustando platillos locales, incluyendo un pollo broaster con tallarines, mientras su guía, el streamer peruano Zein, le prometía una sorpresa final. Ilusionado, continuó interactuando con los limeños, a pesar del cansancio evidente.
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Este destino no era nada más y nada menos que el Estadio Nacional, al cual no tardaron en llegar muchos de sus seguidores. Luego de explorar las instalaciones, se dirigió a la gente aglomerada en los exteriores del estadio. Al despedirse, realizó un último backflip junto a un joven disfrazado de Spider-Man, cerrando un día que describió como “el mejor stream en Latinoamérica” y uno de los más caóticos de su vida.
Un villano sin éxito
Quien no estaría muy feliz sería el infame influencer Makanaky (Einer Gilbert Alva León), conocido por desnudarse en repetidas ocasiones en lugares públicos, además de haber confesado en un podcast que participó de una violación grupal. Este, desde hace varios días, manifestó su intención de desnudarse y acercarse al norteamericano con el objetivo de estropear su stream. Pero no lo logró. Entre ajos, saludos a su progenitora y otros agravios más potentes emitidos por varios fans de Speed, Alva León estuvo muy lejos de su peculiar objetivo. Además, circularon en Twitter fragmentos de videos que indican que fue intervenido por la PNP, pero no es información corroborada.
Y ni hablar de quien alquiló la van, pues se llevará una sorpresa por la cantidad de golpes recibidos durante este trayecto.
La experiencia de Speed en Lima dejó un contraste evidente: una ciudad que lo recibió con los brazos abiertos, pero que también le mostró su aura, caos y prejuicios. Para el streamer, un día que difícilmente olvidará. Para los limeños, una jornada donde la idolatría y la intensidad de la ciudad se llevaron el protagonismo y casi desemboca en descontrol, cada vez más común en nuestra esfera.