El hermano país de Ecuador celebró sus fiestas patrias el último 10 de agosto. La
rebelión en 1809 de los criollos contra el imperio español significó el Primer Grito de
Independencia Americana. Ahora, 215 años después, atraviesa una etapa plena tanto
de oportunidades como desafíos.
El desborde de la inseguridad ciudadana en Ecuador, un país no acostumbrado a una
situación semejante, llegó a su momento más grave en 2023, cuando los homicidios se
incrementaron en 66% y llegó a los 8,012 casos. Esto equivalió a la tasa de homicidios
más alta de Centro y Sudamérica: un 44.5% por cada 100 mil habitantes. En 2018 era
apenas de 6%. Para darse una idea, la inseguridad ciudadana suele reflejarse en las
encuestas como el principal problema para la ciudadanía en el Perú, pero en 2023 el
total de homicidios fueron 1,105, que equivale a una tasa de homicidios de 3.2%.
La explicación de esta violenta explosión está en el crimen organizado. En mayo último
se instaló en Quito una sede de la agencia de las Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito (UNODC). Su directora ejecutiva, Ghada Waly, afirmó entonces que “en los
últimos meses, la amenaza que representan las bandas y los grupos criminales en
Ecuador se ha intensificado de forma brusca y alarmante, socavando la paz y la
prosperidad”.
La competencia criminal desatada por el tráfico de cocaína ha sido el principal
detonante, con la violencia desatada en calles y cárceles. Desde febrero de 2021, 460
reclusos han muerto.
El año pasado se decomisaron 220 toneladas de droga en Ecuador, que se convirtió en
el centro logístico de América del Sur para el envío de la droga. Es un país que tiene de
vecinos a los dos principales productores de cocaína, que son Perú y Colombia. Es
sobre todo la ilegal mercancía producida en el segundo país la que se sale a través de
Ecuador. De nuevo para darse una idea, el 2023 se incautaron 100 toneladas de droga
en nuestro país. Menos de la mitad que en Ecuador.
En su último balance semanal, el gobierno destacó que hay una reducción del 19% de
homicidios en comparación con los primeros siete meses del 2023.
PRESIDENTE Y MAGNATE
A sus 36 años, Daniel Noboa es el presidente democráticamente elegido más joven del
mundo. Es el hijo de Álvaro Noboa, regularmente mencionado como el hombre más
rico del Ecuador. El negocio familiar basado en el banano es hoy un imperio de US$1
billón que abarca los rubros del fertilizante y el almacenaje de contenedores. Noboa
padre fue seis veces sin éxito candidato presidencial, pero fue su hijo, que saltó del
negocio familiar a la política en 2021, cuando obtuvo un escaño en la Asamblea
Nacional, el que llegó al Palacio de Carondelet.
El mandatario llegó al poder tras la “muerte cruzada” determinada por el presidente
conservador Guillermo Lasso, figura constitucional a la que recurrió antes de ser
vacado por la Asamblea debido a un escándalo de corrupción. Esto determinó realizar
elecciones generales 18 meses antes del término del mandato para completar el
período constitucional. Luego de una campaña en la que cortejó al votante juvenil -el
voto es obligatorio a partir de los 18 años y facultativo desde los 16- a través de las
redes sociales, Noboa derrotó en segunda vuelta a Luisa González, candidata de la
izquierda designada por el expresidente Rafael Correa, asilado en Bélgica.
Hace un año, la campaña tuvo un evento traumático en el asesinato del candidato
Fernando Villavicencio, que le declaró la guerra a las pandillas de la droga.
La votación del balotaje reflejó la polarización de produce el correísmo en el país. Seis
meses después de esas elecciones, se produjo un referéndum convocado por Noboa
en el que se consultó a los ciudadanos sobre una serie de reformas para combatir a la
criminalidad. Recibieron alto respaldo propuestas como la de las patrullas conjuntas de
policías y militares, extradición de criminales, no libertad condicional para delitos
como el secuestro y financiamiento del terrorismo, controles más estrictos de armas y
que los militares puedan utilizar armas confiscadas. Nueve de las 11 preguntas
tuvieron un respaldo de entre 62% y 73%. Sin embargo, las dos restantes, centradas en
materia económica, no recibieron el apoyo necesario para ser implementadas. Se trata
de la legalización de contratos por horas y la posibilidad de tener arbitrajes
internacionales en cualquier jurisdicción con el objetivo de atraer inversiones.
Noboa anunció que se presentará a la reelección el próximo año. Además de la
inseguridad, conspira en contra de ese objetivo la situación económica. A fines de julio
la economía entró en recesión, según lo anunció el Banco Central de Ecuador. Además
del choque de la pandemia y los problemas relacionados con la política y la seguridad,
Ecuador depende excesivamente del petróleo. Entre sus otras exportaciones están la
pesca de consumo humano -con el camarón como punta de lanza en una industria que
multiplica aproximadamente por 15 veces la peruana- y el plátano. Uno de los
impasses del joven presidente vino después de su anuncio, en febrero, de intercambiar
con Estados Unidos viejo material militar ruso por nuevo material. El Kremlin reaccionó
con la prohibición de importar banano ecuatoriano y Noboa se debió echar para atrás.
Un factor que jugó a favor del joven presidente en las elecciones fue su actual esposa,
Lavinia Nalbonesi, con gran número de seguidores en Instagram y Tik Tok. La modelo
tiene un restaurante de comida saludable, un gimnasio y sus posts se centran en la
nutrición y el fitness. Una imagen más negativa es la que ofrece Noboa con su
exesposa, Gabriela Goldbaum, con quien comparte una hija y mantiene docenas de
procesos judiciales. La relación con su vicepresidenta es igual de mala. Verónica Abad
se encuentra abiertamente enfrentada a Noboa, a quien acusa de presionarla para
renunciar. No solo un hijo suyo pasó una temporada en la cárcel por cargos de
corrupción, sino que fue enviada con un cargo diplomático a Israel, irónicamente para
colaborar con la paz en la región. Abad señala que no la dejan salir -en el reciente
Edircom celebrado en Lima tuvo que intervenir vía remota mientras Noboa llegaba a
Lima para participar en el gabinete bilateral- y queda pendiente la pregunta de lo que
sucederá cuando el presidente le deba entregar el cargo durante un mes y medio para
cumplir sus labores como candidato presidencial.
En un perfil de la revista The New Yorker, el periodista Jon Lee Anderson sostuvo que
miembros del entorno de Noboa le dijeron que sospechaban que estaba dentro del
espectro autista.
EL FACTOR CORREA
A pesar de las limitaciones, por el momento el actual presidente es el mejor
posicionado para enfrentar al correísmo en las elecciones del año próximo.
Una encuesta de Celag Data publicada en julio establece que, aún más que en con el
fujimorismo en el Perú, el expresidente Correa es la gran figura divisiva del país. Un
46% tiene de él una imagen negativa y un porcentaje casi igual, positiva.
Noboa, mientras tanto, tiene un 43% de imagen positiva y un 49,8%, negativa. En
intención de voto para el 2025, el 28,4% se inclina por un candidato del correísmo y un
26,1% votaría por Noboa. Una larga cola de candidatos obtendría porcentajes bastante
menores.