(EUROPA PRESS) – La Agencia Meteorológica de Japón ha levantado todas las alertas por tsunami declaradas a primera hora de este jueves en la costa suroeste del país debido a un terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richter registrado horas antes y cuyo epicentro se encuentra en la isla de Kyushu.
De acuerdo con las autoridades, la alerta en las prefecturas de Kochi, Ehime, Oita y Kagoshima se ha levantado sobre las 19.00 (hora local), mientras que las restantes advertencias han sido retiradas unas tres horas después, según informaciones recogidas por la radiotelevisión pública NHK.
Sin embargo, la Agencia Meteorológica japonesa ha advertido de que aún existe el riesgo de ligeros cambios en las mareas, por lo que recomienda precaución a la población de las zonas más en peligro. También advierten de posibles nuevos terremotos, réplicas del fuerte seismo registrado sobre las 16.30 (hora local).
“En áreas donde el temblor fue fuerte, existe un mayor riesgo de derrumbes de casas y deslizamientos de tierra, así que presten mucha atención a la actividad sísmica futura y a las condiciones de lluvia. Eviten ingresar a áreas peligrosas”, ha manifestado el responsable de Planificación y Contramedidas contra Terremotos y Tsunamis, Shigeki Aoki.
Las autoridades niponas habían matizado que la alerta por tsunami se ceñía a la isla de Kyushu y a la de Shikoku. La empresas que gestionan las centrales nucleares situadas en estas dos islas han señalado que han puesto en marcha los procesos necesarios para verificar posibles daños en las plantas.
Anteriormente, las autoridades de Japón declararon la alerta por tsunami en su costa suroeste debido a un terremoto de magnitud 7,1 en la escala Richter registrado horas antes y cuyo epicentro se encuentra en la isla de Kyushu.
La Agencia de Meteorología de Japón indicó que la alerta se ciñó especialmente a esta isla y a la de Shikoku, que corren especial peligro, según informaciones recogidas por la cadena nipona de televisión NHK.
La empresas que gestionan las centrales nucleares situadas en estas dos islas han señalado que han puesto en marcha los procesos necesarios para verificar posibles daños en las plantas.