Una playlist de blues envolvente marca el mood en todo el lugar. Cuadros y esculturas decoran las paredes del local de Paola Rosenberg, creadora de las marcas Emma y Wink. Los colores peculiares empleados en estas obras, así como algunos libros de Warhol y Basquiat, complementan la energía que irradia de las piezas de Armadura Invisible, la más reciente colección de su marca Emma que brilló en la New York Fashion Week. Según cuenta, siempre le gustó este nombre porque “era corto, conciso y fuerte”.
La mística de esta marca es fascinante pues transmite valores que no pasan desapercibidos y busca reflejar el alma femenina, entregando alegría y propósito en cada paso con sus diseños. “Nos esforzamos por llevar el legado de mujeres resilientes y vanguardistas que valoran la energía que se transforma con buen estilo”, se lee en su descripción. Para precisar más su enfoque, se pueden rescatar las declaraciones que dio al medio internacional NBC, donde destacó que “tradición e innovación” son los pilares fundamentales de Emma.
Ingeniera y diseñadora
Una particularidad de Paola es que es ingeniera industrial de formación. En esa línea de trabajo, estuvo a cargo de manufacturar y exportar colores para la industria farmacéutica y cosmética. Pero su visión iba mucho más allá, pues quería integrar las fibras naturales de Perú en todo lo que fuera posible. Es así que inició su negocio cuando tenía apenas 17 años.
Pero, ¿cómo esta mente innovadora formada como ingeniera encuentra su camino en el mundo del diseño de modas? Según cuenta, este viaje no fue un salto repentino, sino más bien un camino trazado por las experiencias de su infancia en la compañía de su familia, la cual solía frecuentar. Desde temprana edad, se sumergió en el mundo textil, observando y más adelante participando. A medida que avanzaba en su carrera, su pasión por el diseño se hacía cada vez más evidente. Finalmente, dio el salto al mundo del diseño, fusionando su experiencia técnica con su visión artística.
Su talento habla por sí mismo, ya que una prenda que usó durante esta entrevista fue, en efecto, una pieza hecha por ella con un paño corto de tela. Según menciona, esta no funcionará para grandes producciones. Sin embargo, lo positivo es que a partir de este material se pueden obtener piezas únicas y distintas.
Luces internacionales
Para la New York Fashion Week, Paola Rosenberg se enfocó en destacar fibras peruanas de excelente calidad como la alpaca y la vicuña. Reconoce que estas nobles fibras no son suficientemente valoradas, asegurando que incluso muchos piensan erróneamente que la alpaca puede ser incómoda o pica. Con el fin de desmitificar esto, realizaron una campaña llamada “La alpaca no pica, bebé”, donde la gente podía abrazar un enorme pompón de alpaca y comprobar su suavidad y textura agradable.
Además, buscó identificar correctamente la alpaca, mezclarla con otras fibras como el baby cotton o usarla pura para resaltar su calidad. Presentó esta colección de valorización de las fibras nacionales en dicho evento a través de la Federación de Diseñadores de Latinoamérica (FDLA).
Aunque llevaban años trabajando en silencio presentando sus colecciones a clientes preventa, la oportunidad de participar en eventos como la Feria TextilInca, Lima Design Week y finalmente el Fashion Week de Nueva York les permitió darse a conocer más ampliamente. Conocieron a gente clave como Albania Rosario, diseñadora líder de la FDLA, quien los invitó a desfilar en los prestigiosos Canoe Studios durante la Semana de la Moda.
Armadura Invisible
Precisamente la colección Armadura Invisible es un tributo a la fortaleza interior y la autenticidad. Y es que ha empleado de manera magistral la nobleza de fibras como la alpaca y el algodón pima con tintes naturales extraídos de la tierra peruana.
Los tonos vibrantes de rojos y morados, así como los destellos de blanco presentes en otras prendas, evocan la paz y la protección. “Es todo lo que necesitas, como una armadura. Por eso la colección se llama Armadura Invisible, para salir y enfrentar el mundo con estilo”, cuenta.
El proceso creativo está profundamente enraizado en las tradiciones ancestrales peruanas y el trabajo artesanal de las comunidades locales. Como explica Paola: “La mayoría de coloración la hemos logrado con mujeres que pertenecen a diferentes comunidades”. Cada prenda es un lienzo vivo donde se plasma la huella humana a través de un meticuloso trabajo manual. “Empezamos a hacer pastillas y después las unimos todas desde adentro hacia afuera y ya se hace todo a mano, hasta esta piedrita”, detalla sobre la elaboración de las piezas, resaltando que “no se quiere lograr perfección en nada. Es demostrar que nada es perfecto, ya que siempre hay error humano”.
Esta celebración de la imperfección humana a través del arte textil se entremezcla con una profunda reverencia por los símbolos ancestrales. “La selección de colores ha sido más como el rojo y el morado como protección de toda esta cultura del arte kené y todas estas comunidades ancestrales”, afirma Rosenberg.
Armadura Invisible no solo es una colección de moda, es un manifiesto que celebra la sostenibilidad, la inclusión y la autenticidad peruana. Paola Rosenberg ha logrado alzar la voz del Perú en uno de los escenarios más importantes de la moda a nivel mundial, demostrando que la belleza puede ir de la mano con la conciencia social y el respeto por el medioambiente.