Si bien la viruela del mono está en todos los titulares, hay una dolorosa infección que no tiene tanta notoriedad mediática, pero que hoy ataca aleatoriamente a siete personas de cada 1000 habitantes: el Herpes zóster.
Aunque su nombre puede asociarse a otro tipo de infecciones (de índole sexual), el Herpes zoster es un rebrote de la varicela, una infección que nos ha dado a todos. “Es el mismo virus de la varicela que se queda durmiendo. Es una especie de rebrote, aunque sus consecuencias son muy diferentes a la varicela original”, sostiene el doctor Eduardo Fernández Maldonado, médico especialista en enfermedades infecciosas de la Clínica San Pablo.
Este padecimiento, conocido también como “culebrilla”, se da porque una vez que alguien ha tenido varicela, el virus aún permanece latente en los nervios, y es así que años después se reactiva. Suele comenzar con dolor y ardor en una parte del cuerpo, seguido de una erupción que aparece como un grupo de ampollas.
El Herpes zóster no aparece en todo el cuerpo como la varicela, sino que se limita solo a un lado, pero afectándolo seriamente en las terminaciones nerviosas. Los lugares pueden ser el torso, la cara, el cuello u otros. Aunque el dolor lo hace distinto, puede ser confundido con otras infecciones, como la dermatitis.
Pero ¿por qué la varicela “vuelve de su escondite”? Las razones pueden ser tan variadas como el estrés, una inmunidad debilitada o el simple envejecimiento, ya que la vacuna (o la inmunidad) ‘expiró’.
En el Perú, la incidencia de Herpes zóster ha mostrado un preocupante aumento en los últimos años. Pero se trata de una tendencia mundial. Un estudio centrado en Minnesota reveló que entre los años 1945 y 2007 el herpes zóster se multiplicó por más de cuatro.
cualquier parte del cuerpo.
Aunque, a diferencia de la viruela del mono, el Herpes zóster no es contagioso, sigue siendo un cuadro doloroso, visible, e incapacitante. Según los especialistas, también debilita el organismo, pues puede dejar huellas y un dolor intenso que a veces persiste después de años.
“Produce mucho dolor porque inflama las raíces sensitivas. Aunque la apariencia al inicio puede ser como la de la varicela, empieza como una mancha roja que se expande y se extiende”, afirma el doctor Fernández Maldonado.
El Herpes zóster no tiene preferencias geográficas. Es independiente al clima o zona en la que uno habite. Sin embargo, en regiones donde se habla muy poco sobre salud, la desinformación es un claro agravante.
Precisamente por eso para los expertos resulta desconcertante que, aunque existe una vacuna para prevenir el herpes zóster, las cifras siguen en incremento. Y es que la mejor forma de prevenir esta infección es vacunándose.
Las nuevas vacunas contra este mal ya no son de virus atenuados (es decir que ya no pueden generar mini infecciones) y a partir de abril de este año ya son accesibles en el Perú. Se requieren dos dosis y son recomendables, sobre todo, en población vulnerable como personas con VIH, cáncer, artritis, psoriasis, entre otros.
Según la revista médica de la Real Academia Nacional de Medicina de España, en el futuro, uno de cada tres adultos desarrollará un cuadro clínico de herpes zoster a lo largo de su vida. “Se conoce que la carga de enfermedad que genera el Herpes zóster en la población menor de 50 años es tan elevada que justificaría la vacunación sistemática a la población”, agrega.
Si bien el Herpes zóster no mata personas, sí genera largos padecimientos. Según el especialista en enfermedades infecciosas de la Clínica San Pablo, Eduardo Fernández Maldonado, la incapacidad varía mucho dependiendo de la zona en la que aparezca. Es preciso recordar que un conocido cantante, Justin Bieber, canceló el año pasado una gira mundial por esta infección aparecida en su rostro.