La congresista Norma Yarrow (Renovación Popular) agitó el escenario parlamentario a pocos meses de las Elecciones Generales 2026 con una propuesta que apunta directamente al corazón del gasto congresal: eliminar la Semana de Representación y los viáticos durante el receso legislativo. La iniciativa, que alcanzará a todos los parlamentarios y asesores, pretende evitar cualquier uso de recursos públicos que pueda confundirse con actividades proselitistas.
Una propuesta que golpea el calendario electoral
La parlamentaria anunció que presentará formalmente su pedido a la Mesa Directiva del Congreso para que, entre diciembre de 2025 y marzo de 2026 —periodo en el que el Parlamento ingresa en receso—, ningún congresista realice Semana de Representación ni cobre viáticos. Este planteamiento ocurre en un momento en que los partidos comienzan a activar sus campañas y muchos legisladores buscan reelección.
¿Qué motivó esta propuesta?
Según Yarrow, la intención es “garantizar transparencia” y evitar que congresistas utilicen recursos del Estado en actividades que podrían confundirse con campaña electoral. La congresista insistió en que quienes quieran hacer campaña “la hagan con su plata”.
¿Qué implica suspender la Semana de Representación?
La Semana de Representación, que se realiza mensualmente, a lo largo de cinco días laborables, permite a los congresistas viajar a sus regiones para reunirse con ciudadanos, recibir denuncias y fiscalizar autoridades. A cambio, los legisladores reciben S/ 2.800 por cada semana de actividad, además de viáticos adicionales para asesores que los acompañan.
¿Por qué este beneficio genera cuestionamientos?
Críticos señalan que la Semana de Representación se ha convertido en un mecanismo poco fiscalizado, que abre la puerta a gastos injustificados, viajes sin agenda clara y uso de fondos en actividades sin impacto real. En un periodo electoral, la línea entre representación y proselitismo puede volverse difusa.
Un receso legislativo bajo la lupa
El receso que va de diciembre a marzo coincide con el inicio de la efervescencia electoral para las Elecciones 2026. En ese lapso, los congresistas continúan percibiendo ingresos por representación pese a que no hay sesiones ordinarias.
La propuesta de Yarrow busca cortar ese flujo de recursos. “Estamos hartos de que nos metan a todos en el mismo saco”, señaló, afirmando que su bancada de Renovación Popular ya acordó renunciar a los cobros durante la campaña.
¿Qué pasa con los asesores congresales?
La medida también incluye a los asesores que reciben viáticos para acompañar a los legisladores a sus regiones. Esto implicaría un ahorro adicional y evitaría que el personal parlamentario participe indirectamente en actividades políticas con recursos del Estado.
Contexto político: el debate ético previo a las elecciones
La iniciativa de Yarrow aparece en un momento en que la opinión pública mira con creciente suspicacia el uso de recursos del Congreso. La percepción de que los parlamentarios aprovechan beneficios en momentos clave siempre genera fricción. Por ello, la propuesta podría convertirse en una prueba de transparencia rumbo a 2026.
¿Todos los congresistas están de acuerdo?
Fuentes legislativas indican que la idea genera resistencia interna, pues varios parlamentarios consideran que la Semana de Representación es una obligación constitucional y un vínculo directo con sus regiones. Otros temen que la eliminación temporal pueda abrir la puerta a reformas permanentes.
No obstante, especialistas en gestión pública señalan que el debate es saludable, pues obliga a revisar cómo se usa el dinero público en épocas sensibles para la democracia.
Impacto electoral: ¿medida ética o jugada política?
La iniciativa ya genera análisis.
Por un lado, sectores ciudadanos la celebran como un paso hacia la austeridad, la transparencia y la reducción de gastos en un Congreso con baja aprobación.
Por otro, críticos señalan que la propuesta podría tener un fondo estratégico, pues Renovación Popular busca diferenciarse de sus competidores en un periodo de reacomodo político.
¿Puede aplicarse legalmente?
La Mesa Directiva tendría que aprobar lineamientos específicos para suspender estos beneficios. En teoría, es posible, pues la Semana de Representación y los viáticos son disposiciones administrativas, no derechos constitucionales.
¿Qué se debate realmente?
El tema de fondo es si los congresistas deben recibir dinero por actividades de representación cuando el país entra en campaña electoral. La medida también abre una discusión mayor:
- ¿Debe reformarse la Semana de Representación?
- ¿Se fiscaliza adecuadamente el uso de viáticos?
- ¿Es posible establecer un modelo más transparente?
- ¿Cómo evitar que los recursos públicos financien actividades políticas?
Estas preguntas se vuelven especialmente relevantes en un Congreso con credibilidad desgastada y ante un proceso electoral que promete ser uno de los más competitivos de los últimos años.
Una propuesta que incomoda, pero que abre un debate necesario
La propuesta de Norma Yarrow no solo remueve la discusión sobre el uso de recursos públicos, sino que también coloca a los congresistas frente a un espejo: ¿están dispuestos a renunciar a beneficios económicos durante la campaña?
A pocos meses de las Elecciones Generales 2026, la discusión recién comienza. Y se perfila como una de las más intensas en el Parlamento.