La bancada de Renovación Popular anunció su respaldo a la candidatura del congresista José Cueto para presidir la Mesa Directiva del Congreso, aunque ha decidido no formar parte de su lista. El anuncio fue realizado por el legislador Alejandro Muñante, quien aclaró que su agrupación votará a favor de la propuesta encabezada por Cueto, pero sin involucrarse directamente en su conformación. De este modo, la agrupación liderada por Rafael López Aliaga mantiene una postura de respaldo político sin comprometerse a una coalición formal.
Muñante sostuvo que esta decisión ya había sido discutida con anterioridad y fue reafirmada mediante un comunicado oficial. El objetivo, aseguró, es contribuir a la estabilidad del Parlamento, pero sin asumir responsabilidades orgánicas dentro de la Mesa. “Lo hacemos pensando en la institucionalidad del Congreso, pero sin necesidad de integrar una lista”, señaló el parlamentario a los medios. La votación para elegir a la nueva Mesa Directiva se realizará en los próximos días, en medio de una serie de negociaciones entre bancadas para lograr consensos que eviten mayores tensiones políticas en el último tramo del actual periodo legislativo.
Según Muñante, José Cueto es una figura adecuada para conducir el Congreso en esta etapa, ya que representa, a su juicio, un perfil de firmeza, experiencia y compromiso con la imagen institucional del Legislativo. “Creemos que puede garantizar la gobernabilidad dentro del Congreso”, sostuvo. Aunque no dio detalles sobre quiénes podrían integrar la lista completa, sí mencionó que hay conversaciones con parlamentarios como Ilich López, quien estaría evaluando su participación a través de acuerdos con distintas bancadas.
¿Por qué no integran la lista? La estrategia detrás del respaldo sin alianza
¿Es común que una bancada respalde una candidatura sin integrar la lista? En el actual escenario político, esta jugada busca preservar márgenes de independencia y evitar costos políticos por eventuales decisiones impopulares de la Mesa Directiva. Renovación Popular parece optar por una estrategia de apoyo parcial: respaldar a un candidato sin asumir compromisos orgánicos que puedan afectar su discurso político, sobre todo en un año preelectoral.
La pregunta central es: ¿Cuánto pesa la Mesa Directiva en la estabilidad política del país? Mucho. Esta instancia parlamentaria tiene el control de la agenda legislativa, la conducción de los plenos, y define los tiempos de debate y las prioridades del Congreso. Por ello, si bien no integran la lista, el voto de Renovación Popular puede ser decisivo para el equilibrio de fuerzas al interior del Legislativo. Además, al mantener una postura crítica frente al Ejecutivo, la bancada puede proyectar coherencia sin asumir riesgos de desgaste.
Muñante ha sido claro en marcar distancia del Gobierno. En su intervención también abordó la polémica en torno a una nueva directiva del Ejecutivo, que permite a la presidenta Dina Boluarte y altos funcionarios recibir obsequios simbólicos por logros institucionales o aniversarios. El congresista consideró necesario que esta norma sea revisada en el Congreso, específicamente en la Comisión de Fiscalización, por el riesgo que podría representar para el uso correcto de los recursos públicos.
“El Congreso tiene que pedir explicaciones claras y asegurar que ninguna medida administrativa pueda interpretarse como una puerta abierta a actos indebidos”, advirtió. Si bien no se ha planteado aún una acción concreta, Muñante no descartó una fiscalización formal si la información proporcionada por el Ejecutivo no resulta satisfactoria.
Control político y transparencia: una advertencia al Ejecutivo
Las declaraciones del legislador también incluyeron observaciones al Gobierno sobre su falta de transparencia. Según dijo, es preocupante que se aprueben medidas sin el debate adecuado ni la comunicación suficiente hacia la ciudadanía. “Las decisiones del Ejecutivo deben estar sujetas al más alto estándar de transparencia. No pueden implementarse directivas que generen suspicacias”, afirmó.
Ante este escenario, Muñante dejó entrever que Renovación Popular mantendrá una postura vigilante y no dudará en ejercer control político si considera que las acciones del Ejecutivo comprometen la ética institucional. Esta advertencia indirecta deja en claro que el respaldo a la candidatura de Cueto no implica una actitud complaciente frente al Gobierno. Muy por el contrario, la bancada seguirá promoviendo medidas de fiscalización desde el Congreso.
Con ello, se perfila una estrategia de oposición diferenciada: por un lado, el respaldo a la gobernabilidad interna del Parlamento mediante el apoyo a Cueto; por otro, una línea crítica hacia el Ejecutivo en temas de gestión, transparencia y ética pública. En esa lógica, Renovación Popular busca reafirmarse como un actor clave en el equilibrio político, sin diluir su identidad ni ceder protagonismo.
En conclusión, la decisión de Renovación Popular de no integrar una lista pero sí apoyar con su voto a José Cueto revela una jugada política calculada: busca preservar su independencia, reforzar su discurso anticorrupción y no quedar atrapada en compromisos de gobernabilidad que le resten libertad de acción. Mientras tanto, lanza un mensaje claro al Ejecutivo: toda acción pública debe someterse al escrutinio, especialmente aquellas que puedan interpretarse como permisivas frente al uso de recursos o beneficios simbólicos. En un año clave para la política peruana, cada decisión parlamentaria es también una declaración de principios.
