Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los suicidios representan el 1% de todas las muertes a nivel mundial, superando a enfermedades como el VIH, la malaria, el cáncer de mama y las muertes por guerras y homicidios. Las cifras señalan que el 77% de las muertes por suicidio son hombres. A pesar de los avances en la prevención, muchas naciones aún luchan por reducir las tasas.
El suicidio es un tema delicado pero crucial que afecta a personas de todas las edades y géneros en todo el mundo. Las señales de advertencia pueden ser sutiles, pero entenderlas y actuar a tiempo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. En esta nota, exploraremos los signos de alerta y consejos proporcionados por la psicoterapeuta Regina Tagliabue para prevenir el suicidio y promover la salud mental.
La adolescencia, especialmente a partir de los 12 años, es una etapa crítica para los pensamientos suicidas, sostiene Regina Tagliabue, coordinadora y supervisora del internado del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima y docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental, señala que. “El crecimiento constante, marcado por duelos y ansiedad, puede desencadenar problemas como el estrés académico, el acoso escolar, el ciberacoso y la exposición a abusos físicos, psicológicos o sexuales. La pandemia exacerbó estos problemas, ya que la sociedad se volvió más individualista y se prestó menos atención a la salud mental”, sostiene.
Según la académica, la mayoría de los suicidios están precedidos de señales de advertencia. Estas señales pueden expresar deseos de morir, sentirse culpable o una carga para los demás, vacío, desesperanza, tristeza profunda, ansiedad, agitación, enojo o un dolor insoportable (tanto físico como emocional). Otros indicadores pueden ser cambios de comportamiento, como la planificación de la propia muerte, el aislamiento social, regalar pertenencias valiosas, conductas arriesgadas, cambios extremos de humor, alteraciones en el patrón de sueño o alimentación, y el abuso de sustancias.
La importancia de escuchar y acompañar
Para Regina Tagliabue, la intervención psicológica es esencial en la prevención del suicidio. La especialista aconseja a los padres a estar dispuestos a colaborar y aprender a escuchar a sus hijos. La comunicación abierta y compasiva puede marcar la diferencia.
Las campañas de concientización en la comunidad son herramientas importantes para difundir el mensaje sobre la prevención del suicidio y combatir el estigma. Además, es crucial desterrar el miedo a hablar sobre el suicidio y alentar a las personas a buscar ayuda profesional cuando sea necesario.
En última instancia, dos puntos clave para apoyar la salud mental de los jóvenes son la escucha activa y el acompañamiento. Los padres o cuidadores deben estar presentes, mostrar empatía y proporcionar un espacio seguro para hablar de los desafíos emocionales.
“La prevención del suicidio es una tarea que nos concierne a todos. Comprender las señales de advertencia y tomar medidas para apoyar a quienes lo presentan pueden salvar vidas. La salud mental es un importante factor que debemos proteger y promover en nuestra sociedad”, concluyó Regina Tagliabue.
