El Poder Judicial condenó al expresidente Ollanta Humala y a su esposa, Nadine Heredia, a 15 años de prisión efectiva tras encontrarlos culpables del delito de lavado de activos. La decisión fue tomada por mayoría por el Tercer Juzgado Penal Colegiado Nacional, que concluyó que ambos lideraron una red para ingresar dinero ilícito a sus campañas electorales.
Según la acusación fiscal, la pareja habría recibido aportes no declarados de origen extranjero, incluyendo fondos de la empresa brasileña Odebrecht y del gobierno de Venezuela, con el fin de financiar sus campañas presidenciales en 2006 y 2011. Estos aportes no fueron registrados ante las autoridades electorales, lo que constituye un delito grave bajo la legislación peruana.
Durante el proceso judicial, que se extendió por varios años, se presentaron pruebas documentales, testimonios de colaboradores eficaces y peritajes financieros que demostraron movimientos irregulares en las cuentas del Partido Nacionalista y de los propios investigados. La fiscalía había solicitado 20 años de prisión, pero el tribunal optó por una pena menor.
La defensa de Humala y Heredia ha anunciado que apelará el fallo, mientras diversas figuras políticas y analistas destacan la sentencia como un precedente importante en la lucha contra la corrupción en el país. El caso marca un hito, al tratarse del primer expresidente peruano condenado por lavado de dinero vinculado a campañas políticas.