El legado del empresario Ricardo Márquez –fundador de Kansas Jeans, hombre de gremios– queda más claro a estas alturas. Fue primer vicepresidente de la República durante el segundo gobierno a Alberto Fujimori, lanzó el plan quinquenal de exportaciones y presidió Prompex, antecedente de PromPerú. Hoy es claro que busca continuar el trabajo.
–Usted se fue escaldado de la política cuando Fujimori renunció por fax. ¿Cuál es el futuro de la política pro-modelo económico?
Yo viví del 2010 al 2018 en Alemania por la enfermedad de un familiar. Tengo tres nietos allá. Aprendí que puedes ser de izquierda, pero respetas el mercado. Puedes conversar con los sindicatos y no destruyes al país, no destruyes la empresa. Aquí con la izquierda, especialmente en la etapa de Castillo, dialogaba con ellos y me daba cuenta que nunca voy a llegar a un entendimiento. Entonces yo me considero de derecha. Punto.
–¿Cuántas veces habló con Castillo?
Tres veces. La función del presidente de un gremio es saber qué pasa. Pero sacar la ley del factoring me demoró tres presidentes. Vizcarra me dijo que no lo quería la OCDE. Un cuento. Sagasti me dijo que representaba a los gremios. Y Castillo lo firmó porque le dije que era para los pobres. He conversado con quien tengo que conversar, pero nunca he hecho ningún negocio, ni nada. Sigo en la misma casa. Yo he estado en el poder, ya sé lo que es eso y sé cómo se acaba, así que olvídate.
–¿Y el futuro?
Se tiene que formar un grupo de personalidades para ver el funcionamiento de la economía social de mercado. No creo en la economía de mercado a secas porque no habría Indecopi ni la regulación que es parte integral de un capitalismo sano. Y todo el éxito de una sociedad está basado en la educación. Yo he vivido una generación de cambio en la historia del país. Vengo del presidente Prado y el sombrero. El Perú ha cambiado para bien y puede ir más rápido. Pero la gente tiene que estudiar, esforzarse y trabajar. En Alemania implantaron la meritocracia hace más de 250 años. Puedes ganar más, pero prepárate, porque ahora viene lo más difícil.
–Wikipedia dice que tiene 80 años aunque definitivamente no lo parezca. ¿Ricardo Márquez puede ser candidato?
Yo no hice servicio militar obligatorio pero mi servicio al país lo he hecho hasta hoy. En verdad tengo 76 años. Te enseño mi DNI. Y pa’ 76 tampoco estoy (risas). De Fujimori aprendí a cuidarme con la alimentación. Aquí tiene que haber un grupo de personajes que representen a lo que se llama la centroderecha y la derecha. De ahí se escogerá a alguien. No le vamos a entregar este país a Antauro. Seríamos unos… no sé qué palabra decirte. No tenemos por qué estar así. El país no está para eso.
–¿Con quién habla sobre este proceso?
Con amigos como Roque Benavides. Hay mucha preocupación. Ese es nuestro objetivo por el lado político y de ahí se decidirá. Pero definitivamente tenemos que comenzar a hablar rápido porque en julio se vence el plazo para que se inscriba en un partido quien quiera ser candidato en la plancha y al congreso.
–Es vecino de la Sociedad Nacional de Industrias. Le debe haber sido muy práctico.
Cuando me vaya de este mundo le voy a agradecer a mi madre por hacer la casa. Si en la SNI tienen algún problema me llaman para que vaya. Sigo influyendo allí porque cuando entré la encontré sin la fuerza que tiene hoy. Decidimos hacer un gremio mediático, principalmente. Pedí que hablen todos. El periodista necesita materia prima. Ahora vamos a retomar el fortalecimiento del arroz con símil de hierro. Lo que pasa es que el MEF tiene que devolver el 4% del impuesto porque eso cuesta.
–Hay 43% de anemia infantil y la ley de arroz fortificado todavía no se reglamenta.
El 80% de productores son informales y el 20% formales. Va a haber intereses encontrados pero tienen que resolverlo porque si se le pone hierro a todo se acaba la anemia. Así pasó en Costa Rica.
–La directiva actual de la SNI propuso que el Perú se endeude más para inyectar fondos. ¿Está de acuerdo?
No estoy de acuerdo de ninguna manera. Si te endeudas más el servicio de deuda se incrementa y te retrae la oportunidad de hacer más escuelas y hospitales. Algún colega habló de eso pero nunca más se volvió a hablar. Creemos que la macroeconomía es buena para el país. Pero no hay que olvidarse de los cerros. Y aquí lo que más se necesita es entrar a la parte de educación técnica. Nadie sabe cómo va ser el futuro en 20 años. En la industria van a entrar cada vez más robots. La gente está perdiendo su empleo y no lo sabe. A los de la CGTP les digo, “compadre, tenemos que hablar de otra manera”. Y ahora encima viene la Inteligencia Artificial.
DE ZÁRATE A SAN ISIDRO
–Usted impulsó la economía de exportación cuando fue vicepresidente de 1995 a 2000. No era la posición de muchos industriales nacionales. ¿Cómo fue su experiencia?
Mi madre fue de Piedra Lisa, cerca de Zárate. Mis padres eran ambulantes y comenzaron a hacer plata. Estamos hablando del 58. Saltaron de Zárate a San Isidro en menos de 10 años. Mi padre era obrero textil. Vendían retazos de tela en la calle Cochrane, en el Callao. A la vez comienzan a mandar a fabricar pantalones de vestir y faldas plisadas, que se pusieron de moda. Y también las mandaron al interior. Todavía no existían los jeans en el Perú. Mi padre trabajaba con el empresario textil Isaac Varón. Y la cultura judía es educación a mil por mil. Lo escuchaba y le preguntaba qué hacer con sus hijos.
–Judío por carambola.
Por carambola. Y mi madre me lleva a Nueva York aunque yo no hablaba inglés, a la empresa Singer porque ella les compraba muchas máquinas de coser. Ahí me pilotearon y les dije que quería ser ingeniero industrial, y el dueño me dijo “te vamos a mandar donde mi primo que es el dean”, o sea el rector de New York University. De enero a setiembre me hicieron aprender inglés. Yo hacía todo lo que me dijeran porque salí del Leoncio Prado. Y entré a NYU y me dicen no, es NYJEW. La gran mayoría de estudiantes eran judíos. Pagaba USD 100 por una casa en el Bronx y allí fueron mis tres hermanos. Después de 6 años me invitaron a ir a la Guerra de Vietnam y decliné porque no era americano. Me fui a Argentina. En ese Buenos Aires del año 70 todo el mundo estaba con traje, terno azul, camisa blanca y corbata. Trabajé en una planta de jeans y de ahí volví a Lima a empezar Kansas.
–¿Se diferenció del sesgo proteccionista?
Eso te marca una diferencia. Y con el terrorismo pusimos un pie acá y otro afuera. Fabricamos acá y vendíamos allá. Y ahí es donde experimento lo que es hacer negocios en Nueva York. Recibí este mecanismo que es capitalista al 100%, que es el factoring. Ibas a la feria y te preguntaban cuál es tu factor. El mío era Rosenthal, recién empezaba y me portaba como grande. Vendes y te adelantan la plata, nada más. Esa es la base del capitalismo y acá no lo quieren entender todavía. No está divulgado como se debe. Ahí viene la competencia y el dinamismo de la economía. Lo he estado hablando con las nuevas autoridades. El gobierno comete un error. En 2021 dio S/ 1000 millones como garantía para que funcione el factoring. Y la morosidad ha sido menos del 1%. Impulsa Perú no está funcionando porque en teoría fue para los que recibieron el Reactiva. ¿Y qué sucede? Reactiva era a tres años pero ahora con Impulsa vas a tener hasta 7 años, con la posibilidad de ocho meses de gracia para reconectar con tus pagos y salvar tu empresa. El problema es que eso es para siete años y el factoring es para hoy.
LA INVERSIÓN ESPERA
–El Banco Mundial pronostica que el Perú crecerá 2.5% el 2024. ¿Cómo crecer más?
Estamos haciendo los esfuerzos para que haya más inversión en todos los sectores. Pero hay pedidos de inversión atrasados dentro del Estado peruano y por eso no se llevan a cabo.
–¿Ejemplos?
El más típico es el de los mineros. Pero empresas del sector manufactura se demoran más de un año para sacar los permisos en el Ministerio de la Producción. ¡Qué ridículo! Fábricas de alimentos, de agua que están paradas.
–¿Hay cuellos de botella específicos o ya es una cultura transversal de obstaculización?
Lamentablemente es transversal. Yo lo hablaba con la ministra Toni Alva en el año 2018. En Produce tienen a un empleado contratado por dos años que puede resolver este problema en 90 días. ¿Y sabes lo que me dicen? “¿Qué hago el resto del tiempo?”.
–La reforma del Estado se ha abandonado en la agenda pública.
Sí. Hoy la inversion está metida dentro del Estado. Antes de que entre este gobierno hubo una sequía de seis meses que mató la mayoría de alpacas en Puno. Todavía no sale la ley de la promoción de la alpaca y hace poco en el Congreso un ingeniero de Agricultura dijo que los privados no podían intervenir para hacer leyes. Me quedé con la boca abierta. Podemos crecer al 4% si en los próximos seis meses nos agilizamos. Cuando ha habido una feria para conseguir créditos hecha por la ministra de Producción, lo máximo que dan para reestructurar es S/ 90 mil. Eso no arregla nada. Álex Contreras hizo la ley para obtener créditos de entre uno y 10 millones, pero olvídate, no te los dan. Al 31 de diciembre el Estado le debía S/ 1500 millones a las constructoras que ya habían hecho su trabajo. No les pagan. ¿Qué banco le va a dar capital de trabajo a una constructora que va a trabajar con el Estado peruano? Y si se lo dan es con una tasa de interés más alta. Es la realidad de hoy que no sé cómo se va a resolver. Por eso digo que trabajemos más con factoring.
–¿La inversión está lista?
Este semestre ProInversión tiene más de 2 mil millones de soles en agua y desagüe, en obras por impuestos y en APPs. La inversión está acá. Lo único que hay que hacer es destrabar lo malo y entonces si podemos crecer más. El mejor creador de empleo en el mundo es el turismo. En España entran 40 millones de turistas al año. Acá estamos con 2.5 millones. Y esto tiene que ver directamente con una estrategia que involucre al sector seguridad. Y el otro tema que me preocupa es que no sale la Ley de Zonas Francas Industriales Especiales, especialmente para Chancay. A pesar de que existen algunas discrepancias con la inversión china, para cuando sea la cumbre APEC la ley debe estar para atraer las inversiones.
–¿Cómo va el sector textil?
Tengo mucha familiaridad con Gamarra. Ayer estuve con unos empresarios brasileños que quieren instalarse. Cualquiera importa –porque Gamarra se ha convertido también en importador– USD 500 mil, USD 800 mil al mes. Hay un movimiento brutal. Un alquiler de USD 1900 ahora está en USD 2400. El metro cuadrado vale USD 20 mil. Y les pregunto si con Castillo era así. No era así. No había nada. Se había acabado todo.
–Es importante recordar que el gobierno de Castillo fue una emergencia nacional.
Se iban al hueco y todos ellos lo saben. En cambio esta economía se puede levantar rápido, tiene todos los elementos para que funcione. Los empresarios emergentes son los que están comprando departamentos de USD 400 mil sin ningún problema. Recuerdo los años de Fujimori y el país ha mejorado, aunque le falte mucho. Pero el Estado se tiene que achicar.
–¿Cómo?
En la medida que haya más APP va a funcionar. En Paita exportan USD 1500 millones pero no hay desagüe. ¿Es o no es un parque industrial? ¿Qué te trato de decir? Que no ha habido el progreso que debería haber habido porque se han metido muchos controles. Y, digan lo que digan, la velocidad no es la misma. Políticamente hablando, es lamentable que no haya más congresistas que sean del sector privado en el Congreso. ¿Cómo es posible que el 96% de empresarios sea micro y pequeña empresa y no haya un solo congresista de allí? Es un error garrafal que hemos cometido los empresarios. Aspiramos a que eso cambie para el 2026.