Un beneficio que desató polémica en el Parlamento
La controversia se desató luego de revelarse que el Congreso de la República otorgará en diciembre una tarjeta navideña valorizada en S/1.900, beneficio que generó críticas inmediatas por su alto costo y por no haber sido informado previamente a los parlamentarios.
Entre las voces que rápidamente se pronunciaron estuvo la de Margot Palacios, congresista de Perú Libre, quien calificó el bono como un monto “desproporcional” y anunció que enviará un documento formal para excluirse del beneficio. La discusión volvió a encender el debate sobre el manejo de recursos en el Legislativo y la falta de transparencia en la entrega de bonificaciones durante un periodo económico delicado para miles de peruanos.
¿Por qué Margot Palacios renuncia al beneficio?
Palacios aseguró que no tenía conocimiento del bono hasta que fue revelado por un programa de televisión. Según la legisladora, el beneficio proviene de un convenio entre el sindicato del Congreso y la Mesa Directiva, pero los congresistas no participan ni son consultados en la negociación de estos acuerdos.
“No sabíamos, es desproporcional”, afirmó la parlamentaria, al señalar que, en un contexto de crisis económica para amplios sectores del país, entregar bonificaciones de esta magnitud envía un mensaje equivocado a la ciudadanía.
La congresista anunció que enviará una solicitud escrita para que la Mesa Directiva no le entregue la tarjeta navideña. “Yo no puedo hablar por otros congresistas, pero como Margot Palacios sí”, enfatizó.
¿Cómo se aprueban estos beneficios dentro del Congreso?
Una de las principales críticas de la legisladora se centra en el proceso de aprobación. Según explicó, los beneficios económicos adicionales no son sometidos a debate ni a votación en el pleno del Congreso.
“Ni siquiera convocan a los congresistas”, señaló Palacios, cuestionando que estas decisiones se tomen desde la Mesa Directiva sin consulta previa a los demás parlamentarios.
Esta afirmación vuelve a abrir el debate sobre la transparencia, la rendición de cuentas y la participación interna en decisiones administrativas que involucran el uso de recursos públicos.
Para la legisladora, aplicar automáticamente convenios colectivos —pensados originalmente para los trabajadores del Parlamento— a los congresistas no es razonable, pues los parlamentarios ya reciben asignaciones regulares por función, representación y otros conceptos administrativos.
Contexto económico: ¿Es adecuado otorgar un beneficio así?
El monto de S/1.900 ha sido criticado por su alto valor y por coincidir con un periodo de desaceleración económica, inflación acumulada y dificultades para miles de familias peruanas.
“Rechazamos que se estén dando estos montos en una coyuntura económica que no es favorable para la población”, indicó Palacios, apuntando al impacto político que generan estas decisiones en la percepción ciudadana.
Este tipo de bonificaciones se ha convertido en un tema recurrente cada fin de año, alimentando la narrativa de privilegios dentro del Parlamento. La falta de transparencia sobre cómo se financian, quién los aprueba y por qué se aplican a todos los congresistas ha generado cuestionamientos constantes.
¿Qué pasará con el bono navideño?
El anuncio de Palacios podría motivar que otros congresistas sigan el mismo camino, aunque hasta el momento no todos han hecho pública su posición.
La legisladora dejó claro que su pedido es una decisión personal y que corresponde a cada congresista determinar si aceptará o renunciará al beneficio.
Si bien la tarjeta navideña forma parte de un convenio colectivo, no existe una norma que obligue a los congresistas a recibirla, por lo que la solicitud presentada por Palacios podría ser atendida sin mayores observaciones administrativas.
Una discusión que volverá cada año
El debate sobre los bonos y beneficios en el Congreso no es nuevo. Desde hace años se cuestiona la falta de claridad en los convenios internos y la utilización de recursos para estímulos que no suelen ser informados públicamente.
Las denuncias sobre privilegios parlamentarios, los altos costos de operación del Congreso y la percepción ciudadana de desconexión entre los legisladores y la realidad económica del país hacen que estos episodios tengan alto impacto mediático.
El rechazo de Palacios vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de revisar los criterios de asignación, los procedimientos de aprobación y la pertinencia de otorgar beneficios económicos adicionales a los representantes.
Preguntas clave para entender el tema
- ¿Los congresistas pueden renunciar al beneficio? Sí, mediante solicitud escrita dirigida a Mesa Directiva.
- ¿Por qué se entregan estas tarjetas? Forman parte de un convenio colectivo entre el sindicato del Congreso y la Mesa Directiva.
- ¿Los parlamentarios fueron consultados? Según Palacios, no.
- ¿El monto es igual para todos? Sí, la tarjeta navideña es estándar para quienes integren la lista de beneficiarios.
- ¿Se financia con recursos públicos? Sí, proviene del presupuesto institucional asignado al Congreso.