El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, visitará el Perú entre febrero y marzo de 2026, según confirmó el canciller Hugo de Zela, en declaraciones a medios locales. Aunque aún no se ha definido una fecha exacta, la visita se perfila como un hito diplomático en el marco del fortalecimiento de las relaciones bilaterales y del reciente reconocimiento del Perú como aliado principal no miembro de la OTAN.
De Zela señaló que la llegada de Rubio responde al alto interés del gobierno estadounidense por consolidar la cooperación con el Perú, especialmente en materia de seguridad, defensa y lucha contra la criminalidad organizada transnacional. La visita se produciría además en el contexto de la conmemoración por los 200 años de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Invitación oficial y reunión bilateral en Washington
El canciller explicó que sostuvo una primera reunión bilateral con Marco Rubio el pasado 5 de diciembre en Washington D. C., encuentro que calificó como “particularmente positivo”. Durante esa cita, el titular de la Cancillería peruana extendió formalmente la invitación para que el secretario de Estado visite Lima, invitación que fue aceptada por la autoridad estadounidense.
Según De Zela, ambas partes coincidieron en que la relación bilateral atraviesa un momento sólido, con objetivos compartidos en temas clave como la lucha contra el narcotráfico, el combate a las bandas criminales y la cooperación en seguridad regional. “Hemos reafirmado que el Perú es un país aliado muy cercano a los Estados Unidos”, sostuvo el canciller.
Perú, aliado principal no miembro de la OTAN
Uno de los ejes centrales de la futura visita de Rubio será la reciente decisión del gobierno de Donald Trump de designar al Perú como aliado principal no miembro de la OTAN, una condición que, según De Zela, se viene gestionando desde hace varios meses y que ya ha sido notificada oficialmente al Congreso estadounidense, tal como exige la legislación de ese país.
El canciller precisó que esta designación no implica que el Perú se convierta en miembro de la OTAN ni que asuma las obligaciones del tratado. Se trata, explicó, de un gesto político de alto nivel, mediante el cual Estados Unidos reconoce al Perú como un socio confiable en materia de seguridad y defensa.
Beneficios estratégicos y cooperación militar
De Zela detalló que el estatus de aliado extra-OTAN abre una serie de beneficios militares y económicos para el país. Entre ellos, destacó mayores facilidades para el desarrollo conjunto de proyectos de investigación y equipamiento militar, acceso a existencias de reserva de guerra de propiedad estadounidense, procesos más ágiles para la venta de municiones y la firma de acuerdos de capacitación cooperativa.
Asimismo, el Perú podrá acceder con mayor facilidad a financiamiento militar extranjero, participar en licitaciones y contratos de mantenimiento y reparación de equipos, así como desarrollar proyectos conjuntos de investigación y desarrollo tecnológico. Para el canciller, este nuevo estatus coloca al país en una posición privilegiada de cooperación con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Un gesto político con impacto regional
El jefe de la diplomacia peruana subrayó que esta designación refuerza el posicionamiento del Perú como aliado estratégico de Washington en la región, especialmente en un contexto de crecientes amenazas vinculadas al crimen organizado transnacional. La visita de Marco Rubio, afirmó, será una oportunidad para profundizar este vínculo y traducir los gestos políticos en acuerdos concretos de cooperación.
Con la confirmación de la visita y el nuevo estatus internacional, el Perú consolida una agenda exterior orientada a fortalecer su rol en seguridad regional, defensa y cooperación estratégica, en un escenario geopolítico cada vez más complejo.