La Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) acusó la existencia de una emboscada política y diplomática en el Vaticano contra el alcalde Rafael López Aliaga. Según la comuna, sectores del Gobierno central y operadores afines al oficialismo habrían coordinado una estrategia para excluir al burgomaestre del saludo protocolar al papa León XIV, pese a contar con pases confirmados por la Prefectura de la Casa Pontificia.
Denuncia de una operación política
De acuerdo con la versión municipal, el plan buscaba mostrar un supuesto desaire papal hacia el alcalde de Lima, generando un daño a su imagen y a la institución que representa a más de 13 millones de ciudadanos. El esquema habría sido coordinado desde la Cancillería peruana y ejecutado por la Embajada del Perú en Italia, seleccionando previamente a otras figuras para recibir la atención oficial.
“Se pretendía fabricar una falsa impresión que perjudicara a la Municipalidad de Lima y a su máxima autoridad ante la comunidad internacional”, denunció la MML en un comunicado.
Decisión de cancelar la audiencia
Ante lo que calificó como una manipulación diplomática, López Aliaga decidió cancelar su participación en la audiencia y adelantar su viaje a Estados Unidos, donde debía atender una diligencia relacionada con el proceso judicial contra Odebrecht por las concesiones de peajes. La decisión fue comunicada oficialmente mediante nota verbal diplomática el 16 de septiembre.
Los obsequios preparados para el papa —las llaves de la ciudad de Lima y un varayoc andino— fueron entregados de manera provisional a la Embajada del Perú en Italia, con la expectativa de una futura audiencia “digna y transparente”.
Exigencia de respeto institucional
La comuna limeña remarcó que resulta “inaceptable” utilizar actos diplomáticos de alto nivel para “denigrar” a autoridades electas que no se alinean con la narrativa del gobierno. Asimismo, exigió respeto por la institucionalidad limeña y por la investidura de su burgomaestre.
“Reiteramos nuestro compromiso con los valores democráticos, la transparencia y la representación digna de los limeños”, señaló la MML, dejando en claro que la polémica trascendió el terreno local para convertirse en un asunto de proyección internacional.