Acusación sin base científica
En un acto de campaña celebrado el domingo en San Martín de Porres, el exalcalde de Lima y precandidato presidencial Rafael López Aliaga generó controversia al afirmar que el aumento de casos de trastorno del espectro autista (TEA) en Perú estaría vinculado al confinamiento impuesto durante la gestión del entonces presidente Martín Vizcarra.
Durante el mitin, López Aliaga respondió a la solicitud de una madre que pedía recursos para niños con autismo y lanzó su acusación:
“¿Sabe por qué hay tanto autismo? Lo tengo clarísimo, por la salvajada que hizo Vizcarra de meter a la gente en su casa sin vacunas, sin comida, sin agua por más de tres años, el autismo ha crecido mucho. Ese genocidio”.
Expertos en salud y recientes análisis científicos sostienen que no existe evidencia que vincule el confinamiento con un aumento del autismo. En cambio, el incremento en diagnósticos se atribuye principalmente a mejoras en la detección, mayor conciencia pública y ampliación de criterios diagnósticos.
Contexto político y críticas a Vizcarra
Vizcarra lideró el país durante el inicio de la pandemia de COVID-19, y el confinamiento estuvo entre las medidas más criticadas por distintos sectores. Ahora, López Aliaga, presidente de Renovación Popular, amplía las críticas al responsabilizarlo del supuesto aumento de autismo en el país, generando cuestionamientos tanto en el ámbito científico como político.
El precandidato dejó la alcaldía de Lima el 13 de octubre para formalizar su postulación a la Presidencia en las elecciones de 2026, después de haber asegurado en 2022 que cumpliría su mandato completo. Su gestión municipal fue criticada por aumentar la deuda y por presuntas vulneraciones a la neutralidad electoral.
Choque con Keiko Fujimori
En otro acto, López Aliaga criticó a Keiko Fujimori, quien anunció que solo competirá por la Presidencia y no por el Senado. El exalcalde calificó de “vaga” a la lideresa de Fuerza Popular y defendió su postura de postular a ambos cargos:
“Uno entra a la política a trabajar, teniendo un empleo conocido, no siendo una vaga. Si uno asume un compromiso político, debe cumplirlo por cinco años… No es un premio, mamá, es un sacrificio, es una cruz”.
López Aliaga defendió que la política requiere esfuerzo y compromiso, y cuestionó que algunos vean los cargos públicos como una recompensa personal.