La Entrevista del Domingo | María Isabel León: “Si uno quiere cambiar el país, tiene que entrar a la cancha”

Ex presidenta de Confiep presenta libro, se pronuncia a favor del ministerio de Infraestructura y plantea mayor participación del sector privado en lo público.

por Edgar Mandujano

Conocida sobre todo como presidenta del Centro de Estudios de Aviación Profesional AVIA, María Isabel León saltó al protagonismo gremial como cabeza de la Confiep. A partir de esa experiencia comenzó a escribir una columna dominical en el diario Correo, cuyos resultados han sido compilados en “Siempre en Domingo” (Universidad Continental 2024). En la presentación del volumen en la Feria del Libro intervinieron Roque Benavides y José Dextre. “La tónica con la que escribo es la de artículos muy, cercanos que tratan de ser muy empáticos. Suelo usar siempre referencias de libros de otros autores para darle mucha dinámica al tema que estoy tratando”, dice. “La verdad es que ha sido muy grato para mí a lo largo de este tiempo encontrarme con gente en la calle que yo no conocía y que se me acercaba para saludarme y decirme que leía mis artículos y que los esperaba cada domingo. Inclusive en alguna oportunidad acompañé a mi esposo a una reunión de Emaús en la cárcel y se me acercó un preso y me dijo que también leía mis artículos cada domingo y me conmovió muchísimo. Realmente tiene un impacto y eso me decidió a publicar el libro.

Usted llegó a la cabeza de Confiep sin venir de un sector tradicional del empresariado. ¿Cómo se decidió a emprender?

Siempre he tenido sangre emprendedora, Desde muy chica descubrí que comercializando cosas podia adquirir ciertos servicios o inclusive viajar. Hacer muchas cosas sin depender de nadie. Quedó en mí desde que era menor de edad. Siempre he tenido la aspiración de tener algo generado por mí misma y en colaboración con otras personas. Tengo en los genes no ser dependiente. Fundo un centro educativo en el año 92, con un socio que era mi compañero de trabajo. Hemos crecido juntos y llegamos a desarrollar una institución que ya tiene 32 años operando. Después he desarrollado algunas otras cosas pero básicamente soy una empresaria. No puedo decir pequeña empresaria porque me cortan la lengua. No hay pequeños, medianos y grandes empresarios, son empresarios. No hay que estigmatizar diciendo que son solo los grandes empresarios. Todos generamos algún tipo de servicio, algún tipo de bien y generamos puestos de trabajo.

Pero pasar de la pequeña empresa a la mediana es muy difícil. ¿Dónde está el problema?

Tenemos más de 3 millones de micro y pequeñas empresas. Muchos se mantienen en este enanismo porque hay candados tributarios que hacen más atractivo mantenerse en ese nivel. O sea, hay personas que podrían tener una empresa mediana o grande y deciden quedarse en las pequeñas empresas porque la distribuyen en varias, con las que pueden tener acceso a ciertos beneficios tributarios. Para unificar la visión del empresariado deberíamos hablar de tributos flat. En Irlanda hubo un primer ministro que impuso que los impuestos que pagaban los ciudadanos fueran todos de 10%. El diezmo. No había diferencia. Eso generó que hubiera, increíblemente, más inversión y desarrollo. Habría que buscar una solución que sea horizontal para todos, no haga diferencias y sea fácil de entender. Yo capacito mujeres dentro de mi actividad educativa, en el ámbito de responsabilidad social de empresas grandes, para que desarrollen sus habilidades de crear pequeños negocios para que puedan ir creciendo. Ha sido muy duro convencerlas primeramente de entrar a la formalidad por los costos que significa. Y nos está costando que se mantengan dentro de este espacio de formalidad, porque es más fácil saltar del barco y quedarte en la informalidad. Hay una serie de trabas que se dejan para ser asumidas por el sector formal. Es igual en la parte laboral. Es el país que tiene más gratificaciones, más días de vacaciones, que tiene la CTS mayor, el pago por despido arbitrario más alto. De repente los congresistas lo hacen porque tienen buen corazón pero lo que hacen es cerrar la posibilidad de que esas personas que están en la informalidad puedan acceder a la formalidad. Es un tema de barreras burocráticas que hay que destrabar y crear una normatividad mucho más sencilla, flexible y más fácil de entender por todos.

Es una especia de choque porque puedes tener todo ese andamiaje, pero el Perú sigue siendo un país de ingresos muy bajos entre la mayoría.

No solamente eso, sino que el nivel de evasión en el pago de tributos es calculado en más de S/.51mil millones al año. Míralo de una manera macro. Tenemos a un pequeño grupo de ciudadanos que son los que pagan los impuestos, los que están en la formalidad y los que dan el dinero para el presupuesto público y para que se atiendan todas las necesidades del país. Tenemos un Estado soportado formalmente por 20% de la de la población. El otro 80% ve la forma de salir adelante, de recuperarse, generar ingresos para ellos, pero no contribuyen básicamente con el erario nacional.

Otro de los de los aspectos que recoge en el libro es la importancia de las empresas familiares. Generan entre el 60% y 70% del empleo y el 40% del PBI. ¿Pero en esta situación que describes ese modelo también está siendo un lastre de alguna manera?

Hay muchas empresas familiares que son grandes conglomerados y se desarrollan con mucho éxito a nivel mundial. No, lo importante es el concepto de que la empresa familiar sea una empresa no asociada con la informalidad. En la medida que estén estructuradas y tengan una gobernanza sana para que todos los miembros tengan claras las responsabilidades que tienen dentro de ella.

La dirigente empresarial explica que es difícil hacer que las empresas se vuelvan formales y se mantengan ahí.

Acaba de mencionar la labor de Responsabilidad Social Empresarial, que ha cambiado a lo largo de los años. ¿Cómo se entiende hoy?

Más que ponerle una etiqueta con un nombre que puede variar de periodo en período, la forma de denominarla es la acción que genera cualquier tipo de organización que trabaje en un ámbito de la sociedad. Ya no solamente es importante mirar a los accionistas de una empresa como beneficiarios sino también a la comunidad que está alrededor. Crear valor es compartir este éxito con las personas que están cerca y que tienen algún tipo de carestía que uno puede de alguna manera subsanar sin necesidad de reemplazar al Estado. Puede tener que ver con el grado de instrucción, habilitar a mujeres para que tengan mejores ingresos o a los líderes en temas de desarrollo personal. No solamente en zonas urbanas, sino en zonas rurales.

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Dice que los peruanos hemos desarrollado una resiliencia a prueba de políticos. ¿Quiere decir que las empresas deberían tener un papel más activo en lo público?

El crecimiento del PBI a lo largo de los 30 años ha sido exponencial. Ha logrado sacar de la pobreza a muchas personas y definitivamente poner más dinero en las arcas públicas para que cree más desarrollo y bienestar. Pero los gobiernos no han sabido administrar estos recursos. Tenemos una gran cantidad de población que no tiene agua las 24 horas en este país en pleno siglo 21, gente que no tiene desagüe. En las regiones ves la falta de carreteras y conectividad y en los presupuestos públicos que muchas veces no ejecutan ni el 40% al año. Creo que allí hay una reacción por parte de las empresas, de participar más ya no solamente de la generación de crecimiento y de recursos, sino también de la posibilidad de contribuir con el desarrollo de una manera más activa para que esta redistribución del dinero que ponemos en arcas públicas genere realmente un bienestar en la población. Lo podemos trabajar con un acercamiento más técnico hacia el Estado y una participación más profunda en Asociaciones Público Privadas, como ha sucedido con el sector salud, en estos hospitales maravillosos Barton y Kaelin de Essalud, que no mucha gente conoce. Son servicios públicos que administra un privado, que se hacen muy bien a través de obras por impuestos.

¿En ese sentido observa la propuesta del Ministerio de Infraestructura como una oportunidad o como un peligro?

Cuando fui presidente de Confiep lo propuse. Lo mismo opinaban economistas como Elmer Cuba. Y claro, sale la presidenta con un discurso de cinco horas y entonces a todos les parece mal. Pero hay cosas que rescatar. El viaje a China no fue puesto en ninguna primera plana y a mí, francamente me pareció una barbaridad, porque había un esfuerzo del Perú por estar presente en una economía que es importante para nosotros. El Ministerio de Infraestructura tiene la concepción de retirarle a los otros ministerios esta capacidad y dejarle la capacidad de gestión, por ejemplo, a Educación. Educación es un ministerio que tiene 46 mil millones de soles, el más alto presupuesto de todos los sectores y que debería enfocarse en la gestión de los servicios educativos y no en el cierre de brechas de infraestructura. Lo mismo en salud. El ministro de Salud debe concentrarse en mejorar la calidad de los servicios médicos y no preocuparse de la construcción de hospitales. Siempre va a haber la idea de que la corrupción va a estar centralizada. Bueno, tenemos que abrir la mente para poder reordenar nuestro Estado y que funcione de una manera más eficiente. Yo no sé si el proyecto como ha sido presentado es el ideal. Habrá que discutirlo, pero creo que es una buena idea que se le retire a los ministerios esa atribución sin que signifique más burocracia. Del mismo modo, está bien fusionar ministerios en lugar de tener una cantidad enorme de trabajadores en uno y en otro. Te evitas tener tanto burócrata que no se necesita.

Hospital Guillermo Kaelin de EsSalud.

Del 1.6 millones de funcionarios públicos, los burócratas -los que no son soldados, policías, maestros, enfermeras, etc- son 1 millón. Se ha quintuplicado en los últimos 20 años.

Sin duda. Y el Estado no sabe gestionar. Tiene que trabajar más en comunidad con el sector privado, que es el que realmente tiene este expertisse y capacidad de generar desarrollo.

Se refiere al fracaso de empresas estatales. Está Petroperú pero también la promesa de Boluarte de no privatizar Sedapal. ¿Más que privatizar es tercerizar la gestión?

Hablé de estos dos hospitales de Essalud como un ejemplo. Funcionan maravillosamente bien y tienen un altísimo nivel de satisfacción de los pacientes que van allí. Son administrados por una entidad privada. Que una entidad privada administre un servicio público no significa privatizarlo porque sigue siendo gratuita u ofreciéndose con ciertas condiciones, pero es administrada y gestionada por una entidad privada que lo va a hacer mucho mejor. Habrá que buscar la forma de ponerle candado a la corrupción, pero hay que abrir la posibilidad de que el sector privado pueda participar de la administración de algunos servicios públicos que no son buenos y que la población necesita recibir de mejor calidad. Lo mismo con temas educativos. En lugar de estar pensando, por ejemplo, en este tema de los vouchers, que pueden ser iniciativas poco realizables de gente como muy buena voluntad, queda abierta una opción de que sea el sector privado el que administre la escuela pública. No solamente que fabrique la infraestructura y que equipe los colegios, sino que haga la gestión. Las opciones hay que acomodarlas a la realidad, hay que revisar la parte legal y hay que hacerlas viables, pero eso es por donde debemos caminar.

León destacó la importancia del viaje presidencial a China.

En su gestión frente a Confiep abogaba por gremios que estuvieran más presentes en la discusión pública. Ahora hay más empresarios directamente metidos en el cubileteo de candidaturas. ¿Está dentro de ese grupo interesado en participar directamente en política?

Si uno quiere cambiar el país tiene que entrar a la cancha. No se puede opinar desde el balcón. Es muy fácil criticar desde fuera, pero estar dentro y ver cómo es el monstruo por con todas las complicaciones que tiene, es un desafío que no podemos dejar de lado. Es una opción que siempre está presente y que en estos tiempos se hace cada vez más una realidad.

En un momento integró el equipo técnico de Fuerza Popular. ¿Considera esa una opción todavía o se ve más cercana a otra tienda?

No he estado en política nunca. Fuerza Popular me invita a participar del desarrollo del plan educativo del plan de gobierno de ellos. Y lo hice con todo gusto. Fui la coordinadora de esa parte en el año 2015 para la las elecciones del año 2016. Luego no he vuelto a participar en absolutamente nada, pero estoy abierta a ver cómo se van desarrollando las cosas y ver de qué manera puedo contribuir en este espacio.

Habla de la necesidad de reconstruir nuestra malla empresarial. Se tuvo el Club de la Construcción, luego Lava Jato y de ahí el Club Chino. ¿Cómo reconstruirla?

Todo lo que ha ocurrido ha servido de enseñanza para que muchas empresas organicen mejor al interior de sus organizaciones la gobernanza y los temas de control de corrupción. Ahora los contratos públicos tienen cláusulas para rescindirlos en esos casos. La situación ha cambiado dramáticamente. Los corruptos y ladrones, tenemos que reconocerlo, siempre van a encontrar la vía por donde filtrarse. Hecha la ley, hecha la trampa. Pero hay que estar atentos y tratar de hacer las cosas mejor.

Se acaba de ver un escandaloso caso de concertación de precios con medicinas vendidas al sector público.

Así es. Siempre va a haber este tipo de cosas, pero lo importante es estar alertas para denunciarlas y evitar que ocurran hacia adelante.

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