Déficit crítico en año de doble proceso electoral
El presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Roberto Burneo Bermejo, alertó ante el Pleno del Congreso que el sistema electoral enfrenta un déficit presupuestal sin precedentes en un año clave. Para el 2026 están programadas las Elecciones Generales (EG) y las Elecciones Regionales y Municipales (ERM), dos megaprocesos que requieren una capacidad financiera sólida para asegurar su transparencia y ejecución.
Según expuso Burneo, el presupuesto aprobado asciende a S/ 2 123 millones, monto que solo cubre el 48% de las necesidades reales del sistema electoral. La brecha, de S/ 2 267 millones, pone en riesgo la operatividad del JNE, la ONPE y el Reniec, pilares de la organización electoral del país. ¿Puede el Estado garantizar comicios sin los recursos mínimos? ¿Qué áreas quedarían paralizadas si no se cierra la brecha? Estas son las preguntas que hoy plantea el máximo ente electoral.
El presupuesto total requerido para el 2026 asciende a S/ 4 390 millones, cifra que permitiría cubrir infraestructura, personal, fiscalización, capacitación, plataformas digitales y toda la logística que demanda el proceso electoral más complejo del quinquenio.
El pedido del JNE: S/ 546 millones para evitar una crisis operativa
En su sustentación ante el Congreso, Burneo remarcó que el JNE necesita una asignación adicional de S/ 546.40 millones, solo para atender el déficit que afecta directamente sus funciones institucionales. Este monto —explicó— es “técnico, verificable y necesario”, y debe incorporarse en el Presupuesto Institucional de Apertura (PIA) 2026.
De no asignarse estos recursos, el magistrado advirtió que se verían afectados procesos esenciales como:
- Fiscalización electoral en todo el país.
- Implementación y funcionamiento de los Jurados Electorales Especiales (JEE), indispensables para resolver controversias.
- Procesamiento de más de 1 millón de expedientes.
- Operatividad del buscador inteligente de jurisprudencia, que prevé procesar nueve millones de datos.
- Capacitación de fiscalizadores, quienes supervisan cada mesa de votación.
- Recuento de votos y resolución de actas observadas.
“La democracia no se sustenta sola. Se defiende día a día”, sentenció Burneo en su intervención. Su mensaje estuvo marcado por un llamado urgente al Congreso: aprobar la partida adicional antes de que inicie el 2026, pues todas las actividades preparatorias deben ejecutarse desde el primer día del año.
Riesgos institucionales si no se aprueba el financiamiento
El titular del JNE hizo hincapié en que un recorte o retraso presupuestal comprometería directamente la transparencia, la legitimidad y la confianza ciudadana en el sistema democrático. “Si no se cubre esta brecha, se pone en riesgo el normal desarrollo de los comicios”, advirtió.
¿Cómo afectaría concretamente este déficit?
- Retrasos en la instalación de los JEE, esenciales para validar candidaturas y resolver impugnaciones.
- Insuficiente supervisión en mesas de sufragio, lo que podría generar vacíos de control el día de la votación.
- Falta de actualización tecnológica, necesaria para los sistemas de voto informado, fiscalización y consulta ciudadana.
- Menor capacidad para resolver controversias electorales, aumentando la incertidumbre en los resultados.
A ello se suma una preocupación adicional: las Elecciones de Autoridades en Centros Poblados (ECP 2026), previstas para el mismo año, no cuentan con ningún presupuesto asignado. Este vacío comprometería a miles de localidades que dependen del proceso para elegir a sus autoridades comunales.
Avances en riesgo: digitalización, justicia electoral y participación
Burneo recordó que, durante los últimos años, el JNE ha impulsado una serie de mejoras basadas en innovación, transformación digital, voto informado y fortalecimiento de la justicia electoral. Sin embargo, todos estos avances estarían en pausa si no se garantiza el financiamiento adicional.
Para el 2026, las metas institucionales incluyen:
- Procesar 1 173 000 expedientes.
- Procesar 9 millones de datos en el sistema de jurisprudencia.
- Implementar 60 JEE para las Elecciones Generales y 91 para las Regionales y Municipales.
- Asignar un fiscalizador por cada mesa de votación del país.
Sin estos recursos —insistió el titular del JNE— la ejecución de estas metas sería inviable, lo que afectaría el corazón del proceso electoral.
Un llamado a la responsabilidad política
El mensaje de Burneo ante el Congreso fue claro: los procesos electorales no pueden improvisarse ni depender de decisiones tardías. El sistema electoral necesita financiamiento oportuno, técnico y suficiente para garantizar elecciones confiables.
“Necesitamos invertir en la democracia”, enfatizó, subrayando que el costo de no hacerlo es mucho más alto: incertidumbre política, desconfianza ciudadana y debilitamiento institucional.
El Congreso deberá definir en los próximos días si incorpora la demanda de financiamiento adicional en el presupuesto del 2026. De esa decisión dependerá que el país llegue a las Elecciones Generales y Regionales con un sistema electoral operativo y con garantías mínimas de transparencia.