La encuesta de Ipsos Perú realizada para CADE Ejecutivos 2025 dibuja un panorama mixto: por un lado, se reduce la percepción de retroceso del país, y por otro, la inseguridad ciudadana emerge como el problema más grave para la ciudadanía y el mayor riesgo para la inversión privada.
El estudio, aplicado entre el 17 y el 29 de octubre a 245 líderes corporativos de las principales empresas del país, muestra un optimismo económico cauteloso, con proyecciones de crecimiento del PBI de 3.2% para 2026.
Menos pesimismo, pero persistente desconfianza institucional
Según la medición, solo el 32% de los ejecutivos percibe que el país está retrocediendo, una cifra muy inferior al 63% registrado en 2024. La percepción de estancamiento alcanza el 38%, mientras que el 30% considera que el Perú avanza.
No obstante, el clima de desconfianza hacia las instituciones persiste: el Congreso obtiene una desaprobación del 94%, el Poder Judicial del 83%, y el Ministerio Público del 80%. En contraste, el Banco Central de Reserva (BCRP) goza de una aprobación del 96%, siendo la entidad pública mejor valorada por el empresariado.
Inseguridad: el principal riesgo para la economía peruana
El 85% de los encuestados señala la delincuencia como el principal problema del país, superando incluso a la corrupción (81%). Para el 64% de los líderes empresariales, la inseguridad representa el mayor riesgo para la gestión y expansión de sus compañías.
El impacto de esta crisis es directo: el 79% de los ejecutivos considera que combatir eficazmente la inseguridad tendría el mayor impacto para reactivar la inversión privada en el corto plazo.
Este diagnóstico refleja la creciente percepción de que el deterioro del orden público afecta tanto el clima de negocios como la confianza de los consumidores.
Reformas y prioridades para el próximo gobierno
De cara al gobierno que asumirá en 2026, las prioridades identificadas por el sector privado son claras. La lucha contra la corrupción (75%), la facilitación de la inversión (61%) y la mejora de la seguridad (59%) encabezan la lista de demandas.
Sin embargo, la reforma de la seguridad ciudadana se considera la más urgente, al ser vista como una condición previa para destrabar inversiones, recuperar empleo formal y mejorar la competitividad nacional.
Participación empresarial y optimismo económico moderado
Un aspecto novedoso del sondeo es la mayor disposición del empresariado a participar en el debate público. Un 38% considera que sus empresas deben tener un rol más activo en los gremios empresariales, y un 51% cree que deberían involucrarse también en espacios no gremiales como think tanks o fundaciones.
Este cambio de actitud sugiere una búsqueda de mayor incidencia en la formulación de políticas públicas y en la construcción de consensos nacionales.
En cuanto a las expectativas económicas, los ejecutivos proyectan un crecimiento del PBI de 3.2% para 2026, superior al 2.7% estimado el año anterior. También anticipan incrementos en ingresos empresariales (+7.3%) y planillas laborales (+5.3%), lo que refleja un optimismo moderado pese al contexto de incertidumbre política.
Un país menos pesimista, pero aún en alerta
Para Alfredo Torres, presidente ejecutivo de Ipsos Perú, los resultados evidencian “un cambio en la percepción del país, con una reducción del pesimismo”.
Sin embargo, advirtió que “este optimismo emergente se contrapone al desafío de la inseguridad, identificada como la principal barrera para la inversión”.
El sector empresarial, concluye Torres, “demanda reformas en seguridad y justicia, y muestra una mayor voluntad de involucrarse activamente en el desarrollo del país”.
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