El Gobierno elevó el tono frente al ingreso irregular de ciudadanos extranjeros y ejecutó este lunes un amplio operativo de control territorial en Lima Sur. El ministro del Interior, Vicente Tiburcio, advirtió que las personas que se encuentren en situación migratoria irregular “ya no tienen espacio en el territorio peruano”, mensaje que marca la línea más dura adoptada por el Ejecutivo en los últimos meses.
Sus declaraciones se producen en un contexto en el que el país mantiene estado de emergencia en seis provincias y 28 distritos ubicados en la franja fronteriza, donde se multiplican los intentos de ingreso sin documentación, según las autoridades. La política migratoria tiene ahora un enfoque de control intensivo, presencia policial sostenida y supervisión tecnológica en zonas críticas.
Un mensaje político claro: ¿qué implica “no tienen espacio”?
Durante una supervisión en Lima, Tiburcio reiteró que el Ministerio del Interior reforzará los operativos que verifican identidad, antecedentes y situación migratoria. La frase que marcó la jornada —“ya no tienen espacio para estar en nuestro territorio”— plantea una pregunta central: ¿cómo ejecutará el Gobierno esta directiva sin vulnerar derechos, pero garantizando el orden interno?
El ministro sostuvo que toda persona intervenida será sometida a verificación migratoria inmediata, y en caso de presentarse irregularidades, será puesta a disposición de Migraciones para el procedimiento correspondiente. Estas medidas se coordinan bajo el mandato del estado de emergencia, que permite un despliegue operativo ampliado en las zonas limítrofes con Ecuador, Colombia, Brasil, Bolivia y Chile.
Operativo en Villa El Salvador: cámaras, patrullaje y controles simultáneos
Tras la conferencia matutina, Tiburcio y el canciller Hugo de Zela encabezaron un operativo en Villa El Salvador, donde 280 policías fueron desplegados en puntos de alta concentración ciudadana. La intervención inició en la Subcentral de Videovigilancia, que integra un sistema de 1000 cámaras instaladas a lo largo del distrito.
La pregunta clave es: ¿qué permite este sistema en la lucha contra la criminalidad? Según las autoridades, posibilita supervisión permanente, alerta temprana de incidentes y coordinación directa con patrullajes para intervenciones rápidas. Esta tecnología se ha convertido en un eje estratégico en distritos de Lima Sur que enfrentan robos, microcomercialización y presencia de bandas extranjeras.
Identidad bajo control: verificaciones a 100 ciudadanos extranjeros
El operativo continuó en el centro comercial Plaza Center y en el ingreso del mercado Villa Sur, donde se realizaron controles de identidad a transeúntes y comerciantes. En las primeras horas, 100 ciudadanos extranjeros fueron intervenidos para verificar su situación migratoria. Todos quedaron sujetos a un proceso de control de 12 horas, conforme a los protocolos de Migraciones y la Policía Nacional.
El ministro Tiburcio precisó que estas acciones buscan ordenar el flujo migratorio, detectar documentos falsificados, identificar antecedentes y evitar que personas con orden de captura ingresen o permanezcan en el país.
Efecto expansión: intervenciones adicionales en VMT y Lurín
La estrategia no se limitó a Villa El Salvador. En Villa María del Triunfo, dos mujeres extranjeras fueron intervenidas por no contar con documentación regular. Mientras tanto, en Lurín, la Policía desarticuló una red criminal dedicada al tráfico de drogas y capturó a un ciudadano implicado en delitos informáticos.
Estas intervenciones evidencian la pregunta de fondo: ¿estamos ante una política de seguridad sostenida o medidas coyunturales?
Según el Ministerio del Interior, la presencia policial se mantendrá durante toda la semana y abarcará otros distritos de Lima Sur, con énfasis en zonas de comercio, transporte y espacios públicos masivos.
Estado, municipios y Fuerzas Armadas: una estrategia conjunta
El ministro Tiburcio destacó que esta intervención forma parte de una estrategia multisectorial que involucra al Gobierno central, municipios y Fuerzas Armadas. Durante la supervisión estuvo acompañado del jefe de la Región Policial Lima, general Enrique Felipe, así como del alcalde de Villa El Salvador, Guido Iñigo.
“La seguridad requiere que todas las instituciones trabajen juntas y con presencia real en la calle. Esta es la instrucción del Gobierno: proteger a las familias y recuperar el orden público”, remarcó el ministro.
El canciller Hugo de Zela, por su parte, resaltó que el trabajo en zonas fronterizas se ha intensificado, especialmente ante el incremento de flujos migratorios irregulares procedentes de rutas amazónicas y corredores del norte. Estas medidas buscan cerrar accesos tradicionales usados por traficantes de migrantes y organizaciones criminales.
Una política que se endurece
El Ejecutivo ya había anunciado en semanas previas una intervención reforzada en la frontera con Tacna, así como operativos conjuntos con las Fuerzas Armadas para impedir el ingreso de personas sin documentos. Sin embargo, las declaraciones de Tiburcio representan un endurecimiento del discurso y una consolidación de la política migratoria basada en control y presencia policial.
El Gobierno sostiene que estas medidas responden al incremento del crimen organizado, el uso de identidades falsas por parte de bandas transnacionales y el aumento de delitos cometidos por extranjeros irregulares, aunque sin dejar de remarcar que la mayoría sí reside en el país de forma regular.
El despliegue de Lima Sur y la advertencia del ministro marcan un momento clave en la política de seguridad del Ejecutivo. La combinación de control migratorio estricto, videovigilancia masiva y operativos simultáneos evidencia la apuesta por una respuesta más contundente frente al desorden fronterizo y las redes criminales.
Resta ver si esta estrategia logra mantenerse en el tiempo y traducirse en una reducción real de delitos en los distritos más vulnerables.