La decisión de Acción Popular (AP) de iniciar un proceso de expulsión contra el congresista Edwin Martínez ha desatado una ola de divisiones dentro del partido. La medida fue tomada tras la votación de Martínez a favor de la reelección de gobernadores y alcaldes en el Pleno del Congreso, lo que fue considerado en contra de la postura oficial de la bancada. La Secretaría Nacional de Disciplina del partido decidió retirar su militancia, lo que ha generado una fuerte respuesta dentro de la organización.
El primero en expresar su rechazo fue Alfredo Barnechea, militante y precandidato presidencial de AP, quien publicó un mensaje en su cuenta de Facebook donde manifestó su desacuerdo con el proceso. Barnechea cuestionó la expulsión y subrayó que no se puede penalizar a un miembro del partido por expresar opiniones diferentes a las de la bancada, especialmente cuando esas discrepancias no afectan los principios fundamentales del partido. En su mensaje, también destacó que el actuar de Martínez reflejaba el derecho a discrepar sin que eso sea motivo para una expulsión sumaria.
La postura de Barnechea pone de manifiesto las tensiones dentro de Acción Popular, un partido con una larga trayectoria que se ha visto envuelto en una serie de conflictos internos en los últimos años. La expulsión de Martínez no solo está relacionada con su voto a favor de la reelección, sino que también se suma a las diferencias sobre la dirección que debe tomar el partido en el futuro.
Este conflicto dentro de Acción Popular refleja una disputa más amplia sobre el rumbo político de la agrupación, especialmente en un contexto electoral en el que se prepara para las próximas elecciones presidenciales. La falta de consenso sobre la estrategia y los principios del partido podría tener implicancias importantes para su cohesión a largo plazo y su desempeño en los comicios.