Hace muchos años que el jurista, historiador y catedrático Fernán Altuve (55) es una figura mediática. Tanto que el excongresista suele conducir entrevistas en Willax. Pero en esta conversación con CARETAS confirma sus intenciones de ser candidato presidencial y encuadra a la derecha local.
– Prima la idea de que el gobierno de Boluarte es percibido como de derecha y esto puede tener consecuencias electorales a futuro. ¿Qué opina?
La derecha se embarcó hace un año con Boluarte. Pensaron que no podía ser peor que Castillo. Pero los efectos están siendo peores.
– ¿Eso cree?
Un mal gobierno siempre es mejor que un desgobierno. Castillo era un mal gobierno y esto es un desgobierno. Económicamente y en inseguridad es catastrófico.
– Y es responsabilidad de este gobierno.
Quien estuvo negando la recesión hasta que no pudo seguir haciéndolo es este ministro. Y sigue dando recetas y se quiere poner como el reformador de su mismo desastre, lo cual es es imposible. La derecha se comió su teoría inventada de que Dina era otra cosa, cuando era la segunda fase de Castillo, así fuera una velocidad más lenta.
– Lo de Castillo era un completo caos. ¿No es al revés con este como el mal gobierno y el anterior como el desgobierno?
Tenía un sentido. Estaban dos líneas, la de la radicalización y la del robo. Pero funcionaban. Dina no salió de un platillo volador. Ella estaba en toda esa estructura. Trajo al señor Otárola que es un componedor para este tiempo, maneja su relación de administrar el Parlamento y las relaciones políticas con los factores reales de poder. Ha logrado eso. Pero no se gestiona nada, ni para bien ni para mal.
– ¿La derecha pudo ser más exigente e interpeladora?
Debió ser más inteligente y decirle tienes un perfil de transición, te ayudamos a salir. Ayúdanos a tener unas elecciones que sean lo mejor posible.
– La otra parte de esa lógica es decir ganemos tiempo porque no sabemos lo que vendrá.
Sí pero las elecciones tienen que darse. En el 24 o el 26. Si se tienen que dar, salgamos lo más rápido posible de la provisionalidad. No en cuatro años. La derecha no tiene formación política. Entonces actúa en base a dos instintos: la ambición y el miedo.
– Antes que Castillo se suicide políticamente el capital había incorporado la posibilidad de su permanencia hasta el 26. Era decir bueno, no es un gobierno comunista así que sigamos adelante.
Es un mal gobierno pero no vienen contra todos nosotros. Ya lo tenían asumido. Era la tesis de la de la derecha empresarial. Pero ahora la situación es muchísimo más grave porque al existir la percepción de que de que el “dinismo” es de derecha hay una sociedad enfurecida, que se siente abandonada, maltratada desde el poder y la clase política, que es vista como una casta. Y si la reacción electoral en el 24 fue mala, el 26 va a ser peor.
– Repite el término casta política como Milei. ¿En el Perú están las condiciones para un candidato como este?
En los 90 todo el mundo consideraba que podía ser un outsider como Fujimori. A partir de que Castillo llegó al poder, todo el mundo considera que ya no es necesario ni siquiera ser medianamente formado. Cualquier idiota puede llegar a ser presidente. Antes era el outsider oculto que se revelaba como un genio de la política. La Presidencia del Perú en las próximas elecciones se presenta como abierta a cualquier cosa y persona. En ese sentido la demagogia radical es el mecanismo de acceso al poder. A eso nos ha llevado la impericia de la derecha en el plano político, porque le gusta hacer política y beneficiarse de ella, pero no le gusta formarse políticamente. No le gusta leer, no le gusta comprender.
– ¿En ese contexto a Fernán Altuve le interesa una candidatura presidencial?
A Fernán Altuve le interesa salvar la situación del país en la medida de lo posible, ante el caos en el que está. Siempre he dicho que hay que buscar una fórmula de unidad, en la medida de lo posible. El problema es que la impericia, la ambición y el miedo cada día alejan más las fórmulas de unidad. Eso me preocupa muchísimo. Pero ha llegado un momento en mi vida en el cual tengo la obligación de responder a una necesidad política del país, con o sin unidad.
– ¿Cómo sería esa unidad?
Es un frente político que trate de buscar la solución de las mayorías nacionales y no de los intereses particulares. Creo que ya estamos cansados de buscar al candidato que le guste a tal grupo porque favorecen a fulano y mengano, Se necesita una candidatura nacional, no de un sector. No es la candidatura de CADE.
– Juan de la Puente me ponía como ejemplo de candidatura de unidad la de Lula, que se asoció con su adversario como vicepresidente. ¿Consideraría una candidatura acompañado de personas de signo distinto?
Primero tiene que ser una unidad dentro de las fuerzas democráticas que lucharon contra Castillo, porque el 7 de diciembre es un parteaguas. Eso es la base para un compromiso mayor porque nadie gobierna contra medio país y menos en una coyuntura como esta. Pero tampoco se puede comenzar con el sancochado de PPK. Te empiezas a desperfilar y ya no sabes lo que eres. Es una posición, si se quiere, de centro, centro derecha, con la defensa de políticas de seguridad que es lo que la gente necesita, de responsabilidad económica, No se quiere tener un perfil ajeno a las necesidades de las mayorías. Se necesita un sano populismo en el sentido de que el pueblo no puede estar ajeno a las decisiones.
– Hemos hablado de la posibilidad de “formalizar” el país de dos velocidades y que el gobierno responda así. ¿Es factible?
Y en el Perú a lo mejor hasta de tres o cuatro velocidades, porque también hay que tomar en cuenta la velocidad regional. Eso es lo que no se entendió el 21, que las velocidades no solamente eran entre los de arriba y los de abajo, sino eran los de los del centro y los de la periferia. ¿Por qué ingenieros profesionales de provincias van a tener un voto de protesta cuando económicamente pertenecen a un sector social diferente? Porque ven el abandono de la velocidad regional.
– ¿Es posible tener un país con caja de cambios?
Tenemos que entrar a ver 4,5 grandes regiones con velocidades diferentes en la forma de incorporarse al mercado. Tienes el elemento informal, la minería informal.
– Con millones en oro que salen por Bolivia.
El sector involucrado con el mercado global obviamente no puede recibir como solución medidas estatistas que a lo único que te llevan es a la total informalidad.
– Habrá quien diga que establecer regímenes diferenciados complicará más las cosas porque muchos sacarán ventaja indebidamente.
¿Y la autoridad pública para qué está? ¿Para ser ociosa? Debe recuperar el principio de autoridad. Siempre habrá Pepe el Vivo. Cuando tienes un sistema caótico como el actual, todo el mundo va por la libre. Hay que crear modelos de varias velocidades porque el Perú tiene varias velocidades. Es una realidad objetiva.
– ¿Hay una pretensión del fujimorismo de reconcentrar a la derecha?
¿Qué es el fujimorismo? ¿Qué es el keikismo? Son dos cosas diferentes. Como grupo parlamentario han decidido entrar a una especie de híper pragmatismo.
– ¿Cómo definir el TC y la Defensoría con Perú Libre?
Esa es la fórmula. Y se han convertido en la guardia pretoriana del “dinismo”. Se han equivocado porque son el sostén de este modelo contra el que va a existir una reacción electoral. ¿Cómo después vas a decir que no hemos tenido nada que ver cuando han sido el apoyo del dinismo en la forma más absoluta y plena, sin ningún tipo de matiz?
– En cambio con PPK no pararon hasta sacarlo. ¿Tienen un problema con los matices?
No solamente eso. En la etapa del “caviarismo” inicial, del 2006 al 2016, tenían un rigor interno que trataba de expulsar los matices para tener un modelo único. Le tienen temor a la divergencia interna y la consideran una debilidad. En el 16 la derecha religiosa y la derecha liberal estuvieron marcadamente con Keiko. A partir de entonces han salido grupos de ese frente.
– Kenji acaba de salvarse de la cárcel. Keiko ha cometido grandes errores y los ha explicado muy poco públicamente.
Del 2006 al 2026 son 20 años de liderazgo. Creo que el elemento que marca el error es la herencia. Alberto es el creador de algo y eso le da mucha Libertad. Keiko lo hereda y ella y su entorno permanentemente están tratando de guardarlo y conservarlo. Es la beneficiaria de la herencia pero al mismo tiempo no está de acuerdo con toda la herencia. Es complejo. No hay una apuesta real por hacer política sino por mantener una fuerza política.
– ¿Kenji y Alberto tienen algún papel a estas alturas?
Que yo sepa, no. Creo que están, digamos, al margen, y ella es la Gran Timonel de los restos de esa herencia. Siempre tendrán un sector de entre 13% y 15%. Eso es indudable. Pero mi impresión es que ya no hay capacidad de crecer hacia otros sectores.
– ¿Deberían unirse a un frente distinto?
Sería lo sano para para que descansen un tiempo de la tensión por mantener el protagonismo. Lo creo absolutamente remoto porque uno de los problemas es que Keiko Fujimori siempre se ha dejado llevar por la agenda de los de la segunda fila, que son parlamentarios con cuotas de poder. Y vendrá la cuarta candidatura y a lo mejor la quinta.
– ¿Hasta ahora al propio fujimorismo le cuesta hacer una evaluación integral de su gestión, con lo bueno y lo malo?
El fujimorismo todavía no ha escrito su propia historia. El 90% la ha escrito el anti fujimorismo. Y todo lo que ha escrito el fujimorismo son cosas testimoniales muy simples. Tienes que hacer un análisis descarnado de tu propia trayectoria, aunque sea a puerta cerrada. Nadie pide justificaciones sino explicaciones. Es impresionante que el segundo movimiento político más importante de la historia de los últimos 100 años en el país -el primero es el aprismo- no tiene una bibliografía que pueda compararse. Hay una incomprensión del fujimorismo en cuanto al carácter nacional. Al peruano le gusta escuchar una explicación. Tiene esa frase magnífica y linda, caballero nomás. Te entiendo, pasemos la página y sigamos adelante. Esa frase demuestra la nobleza del pueblo, la capacidad de comprensión, de entender que el tiempo también es una forma de procesamiento. Al pueblo peruano hay que explicarle las cosas. Los grandes líderes políticos peruanos han sido oradores como Belaúnde, Alan García y Haya de la Torre.
– Castañeda fue popular y no hablaba.
Pertenece a la minoría de los hacedores donde están Alberto Fujimori y el general Odría. Pero los hacedores son gestores. Los grandes líderes políticos que a lo mejor son menos hacedores le explicaban las cosas al país. Cada febrero Haya se planteaba un camino claro. Lamentablemente ahora estamos en una realidad donde nadie habla y nadie escucha. Nadie entiende y hemos empezado a pensar que ya no necesitamos hablar.
– ¿Qué significa López Aliaga a estas alturas?
No ha sido un buen año para él. Sus resultados todavía están por verse. Él ve como un éxito económico la gran cantidad de recursos que ha obtenido con la emisión de títulos de valorización, Vamos a ver. Pero es una gestión que viene complicada. Lo que más daño le ha hecho es haber estado muy cerca del Gobierno. Esperaba que estando cerca le den mucho y ya se da cuenta de que no le están dando nada. Las últimas declaraciones sobre el Metro han sido oigan, ustedes me han dicho una cosa y ahora me están diciendo otra.
– Lo “caviar” monopoliza parte del debate. Usted también ha sido muy crítico. ¿No se requieren elementos de centro en la política?
El pensamiento, comportamiento y la política caviar han incidido largamente por acción u omisión en la política peruana. Están desgastados y si bien en la ecuación derecha-izquierda la derecha pierde, en la ecuación caviar-anti caviar los caviares pierden. Hay un rechazo muy grande y creo que ese sector tiene que replantearse cuál es su nueva ubicación después del desgaste de 20 años, donde ha tenido una hegemonía política real.
– ¿A pesar de no ganar elecciones?
Lo cual demuestra su pericia política, contraria a la impericia de la derecha. Su pericia ha sido no tener la popularidad y tener la habilidad de hacerse del poder.
– Fue abogado de Jorge Barata. ¿Cómo interpreta ahora el caso Lava Jato?
Demuestra que detrás del poder había dos grandes lobbies: uno tecnocrático de izquierda y otro empresarial de derecha que, en cierta manera, bajo la teoría de las cuerdas separadas, gobernaban en el Perú. Y cuando después de siete años no ha habido resultados reales en la lucha judicial y la política ha terminado desaparecida, dañada, la gente dice ¿qué ha sido todo esto? Un engañamuchachos. Ha llegado el momento de la alternancia. Los caviares tienen que ir a la oposición en un sistema democrático y los que no lo somos debemos llegar al gobierno por primera vez en 20 años.
– Es conservador en lo social. ¿En lo político?
Tengo algunas ideas que algunos conservadores políticos no aceptarían. No soy un enemigo radical del Estado. Los conservadores dicen que el Estado es muy mal empresario. Pero no es muy mal propietario. Han rematado bienes del Estado cuando puede ser buen propietario sin administrar. Soy extremadamente adverso al monopolio. Y en un país con las desigualdades que tenemos no puedes pensar en un Estado raquítico. Porque aquí el Estado es considerado bueno cuando rescata malos empresarios, pero cuando interviene para ayudar a los pobres es mal visto. Eso en Inglaterra y Estados Unidos lo llaman social conservative en contraposición a los conservadores empresariales. Hay que tener políticas sociales y no se puede abandonar a la gente, menos aún en situaciones críticas.
– Donde está, por ejemplo, en derechos reproductivos.
Tengo una moral absoluta y totalmente conservadora. Las políticas públicas las deciden las mayorías. Cuando tienen un deseo progresista, pues habrá que aceptar que sus representantes voten por leyes que son más abiertas. Y cuando es al revés tendrán una interpretación de la velocidad más lenta de la sociedad. Eso es una democracia.
– El embarazo adolescente es una tragedia en el Perú. ¿Les daría todas las herramientas necesarias?
Hay que darles todas las herramientas para que sean asistidas sin perjudicar los derechos constitucionales del no nacido.
– Me refiero a los métodos de control de la reproducción.
Los métodos reproductivos son los que la ley permite, pero si son adolescentes embarazadas hay que ayudarlas a que puedan dar a luz con todas las garantías y toda la tranquilidad económica. Y crear programas para que esos niños puedan nacer. Muchas veces la decisión de no tener a un niño es porque tienen problemas económicos. Además, la tasa de natalidad en el Perú ha bajado. Al Perú le interesa no perder una tasa de natalidad importante. Eso es una política pública.
– El Papa impulse la bendición de las parejas homosexuales pero rechaza la maternidad surrogada. Es una figura controversial para muchos católicos conservadores. ¿Qué opina?
Tengo un respeto profundo por el jefe de la Iglesia Católica. Es jerárquica y pertenezco a ella, siendo consciente de que él no es el dueño de la doctrina, que tiene 2000 años. Hay que tenerle el respeto y obediencia en todo aquello que sea de disciplina ordinaria y doctrina tradicional.