En una acción que combina seguridad ciudadana con valores cívicos, el presidente del Consejo de Ministros, Ernesto Álvarez, encabezó la primera ceremonia de izamiento de la Bandera Nacional en Palacio de Gobierno, junto a trabajadores de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y de la Casa de Gobierno. La actividad marca el inicio de una política pública que busca recuperar el sentido de identidad y respeto por los símbolos patrios.
Inicio de una política nacional de civismo
El acto cívico responde al Decreto Supremo N° 127-2025-PCM, publicado recientemente, que dispone el izamiento obligatorio de la bandera y la entonación del Himno Nacional todos los lunes a las 8:00 a. m. en todas las entidades públicas del país, con la participación de la máxima autoridad de cada institución. La medida forma parte de la estrategia del Gobierno para reforzar la unidad nacional y el compromiso institucional frente a la actual situación de emergencia por inseguridad ciudadana.
Presidente Jerí participó desde Comas
En simultáneo, el presidente de la República, José Jerí, lideró una ceremonia de izamiento en un centro educativo del distrito de Comas, reafirmando el compromiso del Ejecutivo con la formación cívica y el respeto a los símbolos patrios. El mandatario destacó que estas acciones buscan “fortalecer el espíritu de comunidad y recordar que la lucha contra la delincuencia también se libra desde la identidad y el orgullo nacional”.
Ceremonias dominicales en municipios
El decreto también establece que cada domingo se realice el izamiento de la bandera en las plazas principales de las municipalidades, con participación de las autoridades políticas locales y representantes civiles. Estas actividades se desarrollarán bajo supervisión del Ministerio del Interior y la PCM, reforzando la articulación entre instituciones y ciudadanía.
Componente cívico en la lucha contra la inseguridad
La medida, parte de la actualización del estado de emergencia en Lima Metropolitana y el Callao, no solo mantiene las restricciones y acciones de control ya vigentes, sino que incorpora el componente cívico como estrategia social de prevención. Según la Presidencia del Consejo de Ministros, el objetivo es que el izamiento de la bandera se convierta en “un acto de unión que inspire confianza, responsabilidad y amor por el país”.
El Gobierno del Perú enfatizó que esta política se enmarca dentro del fortalecimiento institucional y la recuperación del respeto a los símbolos nacionales, en paralelo al esfuerzo operativo de las fuerzas del orden contra el crimen organizado y la violencia en las calles.