Edición impresa | «Otorongus Colossus»

La noticia del descubrimiento del Perucetus Colossus dio la vuelta al mundo. El fósil del animal que vivió en lo que es el Perú actual hace 37 millones de años corresponde a la especie más pesada que jamás habría vivido en la tierra. Las novedades sobre el congreso nacional, en cambio, son protagonizadas por una serie de representantes que se han convertido en una cada vez más onerosa carga para la democracia, a la que amenazan en convertir en un fósil. Un saco de huesos.

¿Cómo se llega a la elección de Alejandro Soto como presidente del Legislativo? Lo de su cuñada ya era vergonzoso, todavía más cuando niega la evidente relación que tiene con la madre de su pequeño hijo. Pero peor aún es el caso de estafa de cuya sentencia se salvó por una ley aprobada por este mismo Parlamento. Tanto por el “ampay me salvo” como por la naturaleza misma del delito, que lo inhabilitaría para cualquier forma de ejercicio profesional como abogado.  

La ruptura de la bancada de Acción Popular debido a la designación como su vocero de Edwin Espinoza, “niño” prominente, es osamenta de otro costal y refleja la magnitud de la crisis que carcome al legislativo. Quizá el reciente anuncio de una nueva convocatoria del Acuerdo Nacional sirva para que su secretario ejecutivo Max Hernández ponga a prueba su experiencia como psicoanalista, antes que lo que requiera la democracia peruana sean paleontólogos.    

Soto podría enfrentarse a una posible suspensión en medio de cuestionamientos que crecen con el paso de los días.