El programa Punto Final destapó un nuevo escándalo en torno a la presidenta Dina Boluarte: además del polémico aumento de su sueldo, la mandataria cuenta con una tarjeta electrónica recargable de S/5.000 mensuales, destinada a cubrir gastos de alimentos para ella y su familia directa. La tarjeta se sostiene con dinero público.
Una tarjeta con fondos del Estado
Según la investigación, la tarjeta —de la marca Pluxee (antes Sodexo)— fue contratada mediante el proceso Adjudicación Simplificada 002-2024 del Despacho Presidencial. Esta tarjeta permite comprar víveres, carnes, frutas, verduras e incluso consumir en restaurantes, cafés y panaderías de Lima.
Lo que más ha generado críticas es que la tarjeta no tiene un límite diario de consumo. Cuando los S/5.000 se agotan, la residencia presidencial puede solicitar recargas adicionales al proveedor. Es decir, la jefa de Estado cuenta con una herramienta de gasto virtualmente ilimitada.
El contrato establece un presupuesto anual de S/60.000, pero el monto puede ampliarse. Este beneficio se activa mes a mes sin necesidad de justificación pública.
Históricamente, la Oficina de Administración del Despacho Presidencial ha gestionado la provisión de alimentos a la residencia oficial a través de compras directas. Por eso, exfuncionarios como José Elice han calificado como injustificada la existencia de esta tarjeta personalizada.
Palacio no quiere transparentar gastos
A pesar de los pedidos de acceso a la información, Palacio de Gobierno se ha negado a revelar las boletas y facturas de consumo asociados a esta tarjeta. La justificación oficial apunta a presuntos riesgos de seguridad para la presidenta y su entorno familiar.
“Dar a conocer lugares de compra o preferencias alimenticias podría exponerla a ataques”, fue la respuesta formal. Además, en el contrato con la empresa proveedora se incluyó una cláusula de confidencialidad para impedir la divulgación de consumos. Sin embargo, esta explicación ha sido ampliamente cuestionada por especialistas en transparencia pública y exautoridades.
Como se recuerda, este nuevo beneficio alimenticio se suma al reciente aumento de sueldo que la misma Boluarte aprobó para sí misma: pasó de ganar S/15.600 a S/35.568 mensuales, un incremento de más del 122%. La decisión generó indignación ciudadana y motivó la presentación de ocho proyectos de ley en el Congreso para revertirla.
Ambos casos —el sueldo y la tarjeta— son vistos por analistas como signos de desconexión entre el Ejecutivo y la crisis económica que enfrentan millones de peruanos.
El ministro Sandoval la respalda
Pese a las críticas, la presidenta recibió respaldo desde su gabinete. El ministro de Transportes y Comunicaciones, César Sandoval, defendió el uso de la tarjeta recargable. “No creo que viva de espaldas a la realidad. Cada cosa se trata en su espacio” sostuvo.
Asimismo, el titular del MTC también justificó el incremento de sueldo de la presidenta: “El funcionario del más alto nivel no puede estar ganando por debajo de asesores. Es el funcionario del más alto nivel, el que merece no solamente el respeto de los ciudadanos, de la prensa, y de todos los peruanos, porque nos representa también en el exterior”, aseveró en una actividad oficial en el Callao.