La presidenta Dina Boluarte continúa enfrentando una desaprobación masiva por parte de la ciudadanía. Según una reciente encuesta de Datum, su nivel de desaprobación ha alcanzado un alarmante 94%. Este porcentaje refleja el descontento generalizado con su desempeño en el cargo, especialmente ante los retos políticos y sociales que atraviesa el país.
Aunque su aprobación subió un punto respecto a diciembre del año pasado, la cifra se mantiene en un bajo 4%. Esta leve mejora no parece ser suficiente para revertir el creciente rechazo popular hacia su administración, lo que pone en evidencia las dificultades que enfrenta para ganarse la confianza de los ciudadanos. A lo largo de su gobierno, las críticas han sido constantes, particularmente por su respuesta ante las crisis que ha atravesado Perú.
El rechazo a la gestión de Boluarte se debe, en gran parte, a las críticas sobre su manejo de situaciones políticas y sociales complejas, lo que ha generado un ambiente de incertidumbre y desconfianza. En estos meses, se han registrado protestas y malestar generalizado en varios sectores de la población, reflejando la frustración ante la falta de soluciones efectivas. La encuesta muestra que este descontento persiste, a pesar de los esfuerzos de la mandataria por ganar apoyo.
El reto de la presidenta Boluarte es recuperar la confianza ciudadana y hacer frente a las demandas sociales y políticas. Si bien el ligero aumento en su aprobación podría ser un indicio de esperanza, el camino por recorrer sigue siendo arduo. Para mejorar su imagen, necesitará un cambio significativo en su estrategia de gobierno y una respuesta más efectiva ante los problemas que enfrenta el país.