El jurista peruano Alberto Borea Odría asumió oficialmente el cargo de juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) para el período 2025-2030, durante una ceremonia en San José, Costa Rica. En el acto, prestó juramento ante la presidenta de la Corte, la jueza Nancy Hernández López, junto al magistrado Diego Moreno Rodríguez, también electo para integrar el tribunal.
Borea fue elegido juez de la Corte IDH durante la 54ª Asamblea General de la OEA, celebrada en Asunción, Paraguay. Su designación destacó su amplia trayectoria como abogado constitucionalista y su firme compromiso con la democracia y los derechos humanos. Su incorporación al tribunal podría tener un impacto significativo en la región, fortaleciendo la lucha contra el autoritarismo y consolidando la jurisprudencia en la defensa del Estado de derecho.
Como defensor de la institucionalidad y la separación de poderes, su papel en la Corte podría ser clave para frenar intentos de socavar la justicia en América Latina. Su conocimiento en derecho constitucional contribuirá a resolver casos de violaciones a los derechos fundamentales, consolidando el rol de la Corte como garante de la justicia internacional. Además, su presencia puede influir en la relación entre Perú y la Corte IDH, un vínculo que ha estado marcado por tensiones en casos de violaciones a los derechos humanos en el pasado.
Borea también aporta un enfoque equilibrado en la aplicación de justicia, combinando la defensa de las libertades individuales con una visión ponderada en la resolución de casos. Su postura crítica ante los abusos de poder y la censura en la región podría reforzar la protección de la libertad de expresión, un derecho fundamental cada vez más amenazado en algunos países de América Latina.
Su llegada a la Corte genera expectativas sobre cómo enfrentará los desafíos actuales en materia de derechos humanos y gobernabilidad en la región. Su papel podría ser crucial en un contexto donde la democracia y las instituciones enfrentan crecientes amenazas.