En tiempos de incertidumbre política y económica, la presencia francesa en el Perú se mantiene firme, con más de 100 empresas operando en diversos sectores estratégicos. Según Ricardo Guevara Bringas, presidente de la Cámara de Comercio e Industria Peruano-Francesa (CCIPF), esta apuesta no es casual. Responde a una visión empresarial estructurada alrededor de los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza), y a una actitud de negocios que él define como la French Business Attitude.
“Las empresas francesas adoptan un enfoque que integra la sostenibilidad en el centro de su modelo de negocio. La RSE no es un accesorio, es parte esencial de sus decisiones estratégicas”, señala Guevara. Esta actitud se traduce en inversiones que priorizan la reducción de huella de carbono, el uso de energías limpias, la inclusión laboral y de género, y una gobernanza basada en la transparencia y la ética.
La Cámara, que acaba de cumplir 80 años, refleja estos valores a través de comités activos como el de sostenibilidad, recursos humanos y el comité Marianne, que promueve el liderazgo femenino. “La innovación es transversal a estos tres pilares y se convierte en motor de transformación. Las empresas francesas utilizan tecnología para producir de manera más limpia, optimizar la gestión y mejorar sus sistemas de gobernanza”, agrega.
INVERSIÓN QUE MIRA MÁS ALLÁ DEL CICLO POLÍTICO
La visión de largo plazo de estas compañías se mantiene a pesar de la inestabilidad que caracteriza al Perú en los últimos años. “A las empresas francesas les queda claro que el Perú mantiene fundamentos macroeconómicos sólidos: inflación controlada, un crecimiento previsto de más del 3 % en 2024, marco legal abierto a la inversión extranjera y apertura comercial con 22 tratados de libre comercio”, precisa Guevara.
Frente a los vaivenes políticos, las empresas francesas mantienen sus operaciones y, en muchos casos, las amplían. Hoy generan más de 35 mil empleos en el país. El ejecutivo reconoce que hay desafíos importantes –como la mejora de la calidad normativa, la seguridad, la ejecución de proyectos públicos y la carrera administrativa pública–, pero destaca el dinamismo comparativo del Perú frente a otros países de la región.
NUEVOS SECTORES, MISMAS CONVICCIONES
El interés francés no se limita a los sectores tradicionales. “Hay un crecimiento sostenido en áreas como las energías renovables, la economía circular y la gestión de residuos. Estos sectores son clave para una economía más resiliente y sostenible”, comenta Guevara.
La participación francesa es notoria en proyectos viales, urbanos y de salud. En el marco de contratos G2G, empresas francesas están a cargo de la construcción de hospitales en Lima, Cusco, Arequipa y Puno, así como de proyectos como la Vía Expresa Santa Rosa, el puente del mismo nombre, la Nueva Carretera Central y defensas ribereñas. También tienen presencia en concesiones de transporte urbano, agua y saneamiento.
Un ejemplo concreto es el de Engie Energía Perú, que en una reciente adjudicación bajo la modalidad de APP obtuvo tres proyectos de transmisión eléctrica por un monto de USD 127 millones, que beneficiarán a unas 700 mil personas en Áncash, Junín y Ucayali.
La visita del ministro francés de Comercio Exterior, Laurent Saint-Martin, en marzo, así como la misión empresarial de MEDEF International –que congregó a más de 20 empresas–, confirman el renovado interés francés en el Perú.
UNA RELACIÓN COMERCIAL DIVERSA
Francia es un socio comercial relevante para el Perú en la Unión Europea. Las exportaciones peruanas al mercado francés se han diversificado considerablemente en las últimas dos décadas. Hoy se concentran en cuatro grandes sectores: agroindustria (arándanos, paltas, uvas, quinua, café, cacao), pesca y acuicultura (langostinos, calamares, filetes), minería (cobre, zinc, plata) y textiles de alto valor (algodón orgánico, fibra de alpaca).
Los sectores con mayor potencial, según Guevara, incluyen la cosmética natural y orgánica, aprovechando la biodiversidad peruana y la demanda creciente de productos ecológicos en el mercado francés.
DESAFÍOS PARA EXPORTAR AL MERCADO EUROPEO
Exportar a Francia, sin embargo, no está exento de retos. “La normativa europea exige cumplimiento riguroso en temas sanitarios, trazabilidad, etiquetado y estándares de responsabilidad social. También pueden surgir barreras culturales o idiomáticas que dificultan la negociación”, explica Guevara.
A pesar de ello, Francia se mantiene como el país europeo con mayor inversión extranjera en Europa, lo que demuestra su atractivo. “Ofrece una mano de obra altamente calificada en sectores como la inteligencia artificial, la agroindustria, la energía o la defensa. Además, es una puerta de entrada hacia el resto de Europa”, añade.
Para acceder a ese mercado, Guevara recomienda a las empresas peruanas apostar por la calidad, la diferenciación y una mejor capacidad de adaptación normativa y comercial.
LA CÁMARA COMO PUENTE
La CCIPF tiene una doble misión: apoyar tanto a las empresas francesas en el Perú como a las peruanas interesadas en expandirse hacia Francia y Europa. Para ello, ofrece estudios de mercado, misiones comerciales, identificación de socios, participación en ferias, y eventos en conjunto con actores del ecosistema Team France (Embajada, Business France, Alianza Francesa, Campus France, entre otros).
Uno de los activos más valiosos de la Cámara es su red. “Contamos con el respaldo de las Cámaras de Comercio francesas presentes en toda Francia, lo que nos permite conectar a las empresas peruanas no solo con París, sino con regiones estratégicas como Bretaña, Auvernia-Ródano-Alpes, Occitania o Nueva Aquitania. También somos parte de la red CCI FI, presente en 95 países, lo que nos da un enfoque global y las mejores prácticas para la internacionalización”, finaliza Guevara.