El fiscal supremo adjunto, Hernán Mendoza, señaló ante el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria, que la presidenta Dina Boluarte y el gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, habrían cambiado de versión repetidamente sobre el origen de los relojes Rolex y la pulsera Cartier que lucía la mandataria.
Relató que al principio, la mandataria señaló que el lujoso reloj era un “artículo de antaño”, para luego decir que el artículo era bisutería fina y finalmente, admitir que se trató de un “préstamo” que le hizo su “wayki”, Wilfredo Oscorima.
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Por parte del gobernador ayacuchano, al principio negó tener algo que ver con los relojes de la presidenta Boluarte, para luego reconocer que había comprado el accesorio para “una familiar querida”. Finalmente, reconoció haberlo cedido a la jefa de Estado.
Los múltiples cambios de versión crean “incredibilidad” a los testimonios de las autoridades, por lo que el fiscal Mendoza recomendó ampliar la investigación contra estos dos personajes.
Por su parte, Humberto Abanto, abogado de Oscorima, indicó que dos de los tres relojes Rolex que la Fiscalía incautó, pertenecían al hijo de su cliente y aseguró que solo uno de esos relojes y la pulsera le pertenecían a su representado.