URUBAMBA- “Es hora de parar con este pesimismo absurdo que está generando retrasos al país”.
“Queremos jugar en pared con el sector privado, hacer los centros y que los privados hagan los goles”.
“Necesitamos un shock de confianza y un empresariado firme y valiente que vuelva a creer en el Perú”.
El ministro de Economía y Finanzas, Álex Contreras, llegó en plan de porrista. De coach, de motivador. El discurso de cercanía con el sector privado incluyó un jalón de orejas: ya no friegen, dejen las caras largas. Sector privado, no la CADE usted, para seguir en la línea de la carátula de la edición impresa de CARETAS.
Contreras defendió lo que calificó de avances importantes en ambos programas Con Punche Perú y el recientemente anunciado Unidos que, señaló, complementa a los otros dos “con un enfoque diferente” y cuyos dispositivos iniciales saldrán la próxima semana.
Otra señal concreta, añadió, son los US$2300 millones concesionados en APPs este año, con una proyección de US$8 mil millones el otro año. Lamentó, sí, que la totalidad del tramo del 2023 sea extranjera. Las empresas nacionales todavía están golpeadas.
“Este año fue de estabilización”, caracterizó frente al significado nefasto del gobierno de Pedro Castillo, que él integró como viceministro.
Y repitió el anhelo varias veces enunciado durante CADE (revertir el camino a la locura dijo un participante): incrementar el crecimiento potencial del país. Hablar de tasas de crecimiento de 5% y 6% resulta lejano, cuando hace algunos años era la norma.
La desconfianza a tres meses es sostenida desde la segunda ola de la pandemia y en los años recientes se ha expresado en una gran salida de jóvenes del país (3 de cada 5 se quieren ir según cifras presentadas por el IEP), la cautela del empresariado y, con Castillo, la fuga de US$20 mil millones.
Contreras reconoce que hay muchas fallas por corregir en políticas públicas pero se muestra cauto con las reformas que reclaman incesantemente en CADE. El Ejecutivo acaba de presentar una propuesta de reforma de pensiones y se viene otra tributaria para pequeñas empresas. “Pero las reformas deben darse por consenso”, concluye. El auditorio no es muy entusiasta con esas respuestas.
Un posible Niño fuerte llevará en los próximos días a establecer una mesa ejecutiva sectorial para la coordinación sobre el tema con el sector privado. Conversación y contacto sí hay, que es lo que no existía en los últimos años.