La presidenta Dina Boluarte reveló que la investigación en su contra por presunto abandono de cargo surgió tras la divulgación de un tema privado relacionado con su salud. En su declaración ante la Fiscalía, Boluarte explicó que el exjefe del gabinete, Alberto Otárola, mencionó en el Congreso detalles personales sobre su condición respiratoria, la cual, según ella, él conocía desde hace tiempo. La mandataria expresó no entender la razón detrás de esta filtración, dado que Otárola estaba al tanto de su dificultad respiratoria desde hacía años.
Boluarte detalló que padecía de un tabique desviado y cornetes nasales grandes, problemas que le provocaba dificultades al hablar en público, especialmente durante sus intervenciones. Según la presidenta, estos inconvenientes no eran desconocidos para Otárola, quien había estado informado sobre su situación médica a lo largo de su mandato, y había consultado a especialistas en neumología y otorrinolaringología desde 2011.
La filtración de estos detalles, en un contexto político tenso, provocó la apertura de una investigación en su contra por presunto abandono de cargo. Boluarte señaló que la divulgación de información tan personal no solo fue inapropiada, sino que también afectó su imagen pública, ya que se trataba de un asunto que nunca había sido discutido abiertamente. Ella aclaró que sus problemas de salud no afectaban su capacidad para ejercer el cargo.
Finalmente, la presidenta enfatizó que su condición médica no era un impedimento para cumplir con sus responsabilidades. A pesar de ello, la filtración por parte de Otárola generó un revuelo político innecesario, lo que llevó a la apertura de una carpeta de investigación. Boluarte insistió en que la responsabilidad de la divulgación de estos detalles recaía completamente en su exjefe de gabinete.