Alejandra Aramayo presentó su renuncia el 4 de marzo de 2025 como jefa de la Oficina de Comunicaciones del Congreso, tras enfrentar una serie de controversias personales que trascendieron al ámbito público. En una carta dirigida al presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, la excongresista señaló que su decisión fue motivada por la exposición de un conflicto familiar y judicial que no tenía relación con su labor profesional.
La renuncia de Aramayo se produjo después de que un reportaje del programa “Cuarto Poder” revelara un proceso judicial en su contra relacionado con una disputa sobre la repartición de propiedades familiares en Puno. La exparlamentaria expresó su incomodidad por la difusión de este asunto privado y aseguró que tales detalles no deberían haber sido puestos a la vista pública.
El conflicto legal involucra una demanda presentada por Aramayo contra su madre y hermanos, buscando participar en la distribución de una propiedad que su madre había otorgado como herencia anticipada a otros miembros de la familia. Sin embargo, el Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Puno desestimó su demanda, confirmando el derecho de su madre sobre la distribución de los bienes.
A pesar de la controversia, Aramayo agradeció la confianza de Salhuana al asignarle el cargo en octubre de 2024 y afirmó que su decisión de renunciar se debía a que “las instituciones están por encima de las personas”. Con su salida, el Congreso afronta un cambio en su equipo de comunicaciones, en un momento marcado por la visibilidad mediática de su situación personal.