Los agricultores del Valle de Tambo, en la provincia de Islay (Arequipa), anunciaron nuevas medidas de protesta contra el proyecto minero Tía María, luego de que la empresa Southern Perú iniciara en noviembre las obras preliminares de movimiento de tierras, tras recibir autorización del Ministerio de Energía y Minas (Minem). Los dirigentes del valle confirmaron la convocatoria a un paro preventivo en diciembre y a un paro indefinido a partir de marzo de 2026, en rechazo a lo que consideran una decisión irregular del Ejecutivo.
El conflicto, uno de los más prolongados en la historia reciente de la minería en el Perú, vuelve así a escalar en un contexto marcado por el debate nacional sobre la inversión minera, la conflictividad social y la necesidad de atraer capitales frente a la competencia regional de países como Chile y Bolivia.
Paro preventivo y anuncio de paralización indefinida
Según informaron voceros de las organizaciones agrarias, el primer paso será un paro preventivo los días 16 y 17 de diciembre en distintos puntos del Valle de Tambo, con bloqueos y movilizaciones en la provincia de Islay. Esta medida busca advertir al Gobierno central sobre el rechazo persistente al proyecto y presionar por la revisión de la resolución que autoriza las actividades de explotación.
De no obtener respuesta, los agricultores anunciaron un paro indefinido a partir del 24 de marzo de 2026, fecha que coincidiría con una etapa más avanzada del cronograma del proyecto. Los dirigentes señalaron que la protesta será sostenida y contará con el respaldo de juntas de usuarios de riego, asociaciones de productores agrícolas y frentes de defensa locales.
Cuestionamientos a la autorización del Minem
El eje central de la protesta es la resolución del Minem que habilitó a Southern Perú a iniciar trabajos vinculados a la explotación del yacimiento. Para los opositores, dicha autorización no debió otorgarse debido a que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto habría perdido vigencia.
Los agricultores sostienen que el EIA fue aprobado hace varios años y que las condiciones ambientales, sociales y productivas del valle han cambiado desde entonces. En ese sentido, exigen una actualización integral del estudio, con nuevos procesos de participación ciudadana y evaluaciones independientes sobre el impacto en los recursos hídricos y la actividad agrícola.
“El Valle de Tambo vive de la agricultura. No se puede autorizar un proyecto de esta magnitud con un EIA que, a nuestro criterio, ya no refleja la realidad actual”, señalaron representantes del frente de defensa.
Inicio de obras y estado actual del proyecto
Southern Perú confirmó en noviembre el inicio de las obras preliminares de Tía María, centradas en labores de movimiento de tierras y acondicionamiento del área del proyecto. La empresa precisó que esta fase inicial no corresponde aún a la etapa de producción, sino a trabajos preparatorios contemplados dentro de su cronograma.
El proyecto contempla una inversión total cercana a los 1,400 millones de dólares, con desembolsos progresivos entre 2025 y 2026. Según la compañía, Tía María generará miles de empleos directos e indirectos y aportará recursos significativos al Estado a través de impuestos, canon y regalías.
Sin embargo, para los agricultores del valle, el inicio de estas labores confirma sus temores de que el proyecto avance sin resolver el conflicto social de fondo.
Un conflicto histórico sin consenso
Tía María es considerado uno de los proyectos mineros más conflictivos del país. Desde su planteamiento inicial, ha enfrentado una fuerte oposición de sectores agrícolas que temen afectaciones al agua, al suelo agrícola y a la sostenibilidad de la producción en el valle.
A lo largo de más de 15 años, el proyecto ha sido escenario de protestas, enfrentamientos, paralizaciones y mesas de diálogo que no lograron consolidar un consenso duradero. Aunque el Estado y la empresa sostienen que el proyecto cumple con los estándares ambientales, los opositores mantienen su desconfianza hacia la gran minería.
Contexto nacional: inversión y conflictividad
El anuncio del paro se produce en un momento clave para la política económica del país. El Ejecutivo ha insistido en que la reactivación de proyectos como Tía María es fundamental para atraer inversión minera, cerrar brechas de infraestructura y sostener el crecimiento económico.
Desde el Gobierno se ha advertido que la paralización de proyectos estratégicos podría beneficiar a países vecinos, como Chile y Bolivia, que compiten directamente con el Perú en la captación de capital minero. No obstante, en regiones como Arequipa, el debate sigue centrado en la convivencia entre minería y agricultura.
Escenario abierto hacia 2026
Con el anuncio de un paro indefinido en marzo de 2026, el conflicto de Tía María se proyecta nuevamente como un tema central en la agenda política y social del próximo año. Las próximas semanas serán clave para definir si el Gobierno opta por abrir nuevos espacios de diálogo, revisar los aspectos cuestionados del proyecto o mantener su respaldo a la autorización otorgada.
Mientras tanto, los agricultores del Valle de Tambo aseguran que mantendrán su posición de rechazo y que las medidas de fuerza buscan defender su principal fuente de sustento: la agricultura. El desarrollo del proyecto y la respuesta del Estado marcarán, una vez más, el delicado equilibrio entre minería, conflicto social y desarrollo regional en el Perú.