El nuevo terminal del aeropuerto Jorge Chávez, recientemente inaugurado, atraviesa una crisis operativa que ya ha afectado a más de 2,500 pasajeros. Según la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI), al menos 25 vuelos han sido cancelados debido a una falla crítica en el sistema de suministro de combustible, que opera bajo una autorización provisional solo para pruebas, sin capacidad para atender una operación aérea regular.
Carlos Gutiérrez, gerente general de AETAI, alertó sobre múltiples deficiencias, incluyendo demoras en el abastecimiento de aviones, fallas en el sistema de equipaje, y cambios constantes en puertas de embarque, lo que ha causado pérdidas de vuelos y tiempos de espera excesivos. La falta de pruebas integrales antes de la apertura ha generado una curva de aprendizaje forzada, evidenciando una organización deficiente y una planificación apresurada.
Además de los problemas internos, los accesos al nuevo terminal también se encuentran colapsados. El puente provisional no da abasto y la congestión vehicular en los alrededores complica la llegada de pasajeros y trabajadores. Gutiérrez advirtió que el puente definitivo no estará listo hasta 2028, por lo que se requieren soluciones inmediatas en señalización y flujo vehicular.
Ante la magnitud del problema, Indecopi ha exhortado a Lima Airport Partners a resolver con urgencia los puntos críticos detectados. Mientras tanto, los pasajeros enfrentan largas esperas, falta de información y gastos no previstos. AETAI recomienda llegar al aeropuerto con al menos cuatro horas de anticipación y utilizar herramientas digitales como la app MIG Check para agilizar los trámites migratorios.