El clima de inseguridad en Lima y Callao alcanzó un nuevo punto crítico tras el asesinato de un conductor de transporte público en San Juan de Miraflores. Este hecho detonó la convocatoria de un paro de 24 horas impulsado por gremios del sector transporte, quienes exigen acciones inmediatas del Gobierno para frenar la ola de extorsiones y amenazas de bandas criminales. Ante la inminente paralización, varias universidades, institutos y colegios privados anunciaron la suspensión de sus clases presenciales para este lunes 6 de octubre.
La decisión responde a la necesidad de garantizar la seguridad de los estudiantes y personal docente, evitando exponerlos a situaciones de riesgo en las principales rutas de la capital, donde se prevé una fuerte restricción de movilidad y posibles incidentes relacionados con la protesta.
Universidades que suspendieron clases por el paro
A través de comunicados oficiales difundidos en sus páginas web y redes sociales, diversas casas de estudio confirmaron que este lunes 6 no habrá actividades presenciales. Entre las instituciones que se sumaron a la medida se encuentran:
- Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP)
- Universidad Privada del Norte (UPN)
- Universidad Nacional de Ingeniería (UNI)
- Universidad Antonio Ruiz de Montoya
- Universidad César Vallejo (UCV)
- Universidad San Martín de Porres (USMP)
- Escuela de Posgrado de la UPC
- Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)
- Zegel IPAE
- Instituto Toulouse Lautrec
- Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM
- Universidad Jaime Bausate y Meza
De manera particular, la Universidad de Lima fue una de las pocas instituciones que no comunicó la suspensión de actividades, lo que generó debates en redes sociales respecto a la seguridad de sus estudiantes.
El origen del paro y la crisis de seguridad
La protesta de los transportistas no responde únicamente a demandas económicas. El dirigente Martín Ojeda, de la Cámara Nacional del Transporte, explicó que se trata de un “grito de desesperación” frente a la violencia que sufren diariamente choferes y cobradores a manos de mafias extorsionadoras.
El asesinato de Daniel Cedeño Alfonso, conductor de la empresa Lipetsa, fue el último hecho que desató la indignación en el sector. Los gremios denuncian que la inacción de las autoridades ha dejado a los trabajadores expuestos a cobros ilegales, amenazas de muerte y ataques armados.
La situación motivó al Ministerio del Interior a desplegar un operativo especial en Lima y Callao, con presencia policial reforzada en avenidas principales, paraderos y zonas de alto riesgo. Además, se implementó el plan Amanecer Seguro y se dispuso el uso de buses de la PNP para apoyar de manera gratuita a los ciudadanos que se vean afectados.
Consecuencias en la comunidad estudiantil
La suspensión de clases afecta a miles de estudiantes universitarios y de institutos, quienes deberán adaptarse a la modalidad virtual o reprogramar sus actividades académicas. Aunque las instituciones insisten en que la decisión busca priorizar la seguridad, también se abre el debate sobre el impacto que estas paralizaciones recurrentes tienen en el calendario académico y en la vida cotidiana de los jóvenes.
Algunos gremios estudiantiles manifestaron su apoyo al paro de transportistas, señalando que la inseguridad también golpea a la comunidad universitaria, especialmente a quienes viajan largas distancias para asistir a clases. Otros, en cambio, lamentaron que la medida interrumpa evaluaciones y actividades ya programadas.
Un reflejo de la crisis en Lima y Callao
El paro de transportistas y la respuesta de universidades e institutos revelan la magnitud de la crisis de seguridad ciudadana que atraviesa el país. No se trata solo de un problema de transporte, sino de una coyuntura que impacta directamente en el sistema educativo, laboral y social.
La violencia contra transportistas no solo pone en riesgo la continuidad del servicio público, sino que también condiciona la vida de millones de peruanos que dependen de este medio para estudiar, trabajar y movilizarse.