La violencia contra los transportistas en Lima Sur no da tregua. A pocas horas de finalizar el paro de transportistas en protesta por la extorsión y los constantes ataques, un conductor de la empresa Lipetsa, conocida como “Los triángulos”, fue asesinado a balazos mientras manejaba su unidad por la avenida Miguel Iglesias, en San Juan de Miraflores. La víctima quedó gravemente herida dentro del bus y, pese a los esfuerzos de los pasajeros, falleció debido a la demora de la Policía Nacional del Perú (PNP) en llegar al lugar.
Este trágico hecho se suma a una serie de ataques contra transportistas en los últimos días, mostrando la crudeza de una situación que ha dejado a conductores y pasajeros atrapados entre las balas y las mafias que exigen cobro de cupos bajo amenaza de muerte. Apenas el 23 de septiembre, otra unidad de la misma empresa Vipusa fue atacada en Villa El Salvador. El conductor Leandro Ramos Verástegui, de 37 años, recibió cuatro impactos de bala cuando se detuvo para dejar pasajeros en la avenida Mateo Pumacahua. Ramos fue trasladado de emergencia por sus propios compañeros al Hospital de VES, donde permanece internado en estado crítico.
Ataques recientes: entre balas y explosivos
La violencia no se limita a disparos. En Carabayllo, la empresa Huandoy sufrió un atentado frente a su cochera, con un explosivo detonado en un bus. Esta compañía ya había sido víctima de otro ataque similar días atrás, mientras extorsionadores exigían S/50 mil para permitir la operación normal de sus unidades.
Estos hechos evidencian que el problema no es aislado. La extorsión y los ataques armados se han vuelto un patrón en Lima, afectando tanto a conductores como a pasajeros y generando miedo entre la población.
Detalles del ataque en San Juan de Miraflores
Según los primeros reportes de la PNP, el conductor de Lipetsa fue interceptado por un sicario que disparó directamente contra él mientras manejaba su bus. Testigos indicaron que la víctima permaneció varios minutos herida dentro del vehículo antes de recibir atención, lo que generó críticas hacia la demora de la autoridad policial. “Escuchamos los tiros y vimos cómo cayó dentro del bus. Fue aterrador”, relató un pasajero que presenció el ataque.
Este incidente no solo dejó un conductor muerto, sino también pasajeros atemorizados, algunos con heridas leves durante el pánico desatado tras los disparos. La PNP inició un operativo en la zona para capturar al agresor, aunque hasta el cierre de la nota no se reportan detenciones.
Inseguridad en el transporte público: un problema creciente
¿Por qué los conductores son blanco de sicarios? Especialistas en seguridad urbana señalan que los ataques suelen estar vinculados a extorsiones, disputas entre bandas criminales o intentos de control de rutas de transporte. “El transporte público se ha convertido en un territorio de conflicto. Los criminales buscan amedrentar y dominar a los trabajadores mediante el miedo y la violencia”, explican.
En lo que va del mes, el paro de transportistas ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de este sector. Los trabajadores exigen medidas concretas para prevenir ataques y garantizar seguridad en sus rutas. Sin embargo, los hechos recientes demuestran que la amenaza sigue latente.
Retraso en la atención y críticas a la PNP
Familiares del conductor fallecido denunciaron que la demora de la policía fue crucial. La víctima quedó varios minutos gravemente herida dentro del bus, dificultando cualquier intento de salvar su vida. “Si la policía hubiera llegado antes, quizás mi hermano estaría vivo”, declaró un familiar, visiblemente consternado.
La cercanía del Hospital María Auxiliadora no garantizó una intervención rápida, poniendo en evidencia la necesidad de reforzar la presencia policial y la respuesta ante emergencias en zonas críticas de Lima Sur.
Reacciones y medidas solicitadas
Autoridades locales y el alcalde de San Juan de Miraflores condenaron el ataque y solicitaron medidas urgentes de seguridad para los transportistas. Por su parte, organizaciones de choferes anunciaron nuevas movilizaciones para exigir protección efectiva y controles policiales en rutas vulnerables.
Vecinos de la zona también manifestaron su preocupación. Para ellos, estos crímenes reflejan la expansión de bandas criminales que operan con impunidad y el fracaso en la prevención de delitos violentos en Lima.