Stefano Peschiera rompió una sequía de 32 años sin medallas olímpicas para Perú al conquistar el bronce en vela en París 2024. Desde las aguas de Ancón, donde su abuelo Alfonso le enseñó a navegar a los cinco años, hasta las desafiantes costas de Marsella, su camino estuvo lleno de obstáculos, pero su ímpetu hizo que la idea de rendirse fuera impensable.
La noche previa a la competencia, una conversación con su entrenador, Luis Miguel Camino, fue clave: “Estás listo, puedes ganar medalla”, le dijo. Estas palabras fueron la chispa que encendió su confianza. En la gran final, con la foto de su abuelo como amuleto, Stefano remontó desde el décimo lugar, domó el viento y superó a sus rivales, asegurando el tercer puesto.
Inspirado por su familia, su equipo y los aprendizajes junto al legendario velerista brasileño Robert Scheidt, Peschiera llevó a Perú al podio olímpico, demostrando que la perseverancia convierte sueños en hazañas. Una medalla que no solo es de bronce, sino de oro para la historia del deporte nacional.